Basada en el libro homónimo del periodista Guillermo Osorno, Tengo que morir todas las noches se ambienta en los 80 y relata la historia de Guille, un joven que llega al Distrito Federal a estudiar periodismo. En su búsqueda de identidad y libertad, se encuentra con El 9, un bar para la comunidad LGBT+ en la icónica Zona Rosa. Ahí, encuentra a diferentes personas que se convertirán en su familia.
Y si la trama aún no te convence, acá te contamos cinco razones por las que deberías verla:
1 Es un relato muy honesto y brutal de la pandemia del VIH/sida en México
Tengo que morir todas las noches es una serie que refleja cómo la pandemia del VIH/sida afectó a la comunidad LGBT+ en los 80, el cómo vivían con el miedo de perder un ser querido y de contraer esta enfermedad de la que poco se sabía. Y además tenían que enfrentarse a los prejuicios de la sociedad, que los rechazaba y estigmatizaba.
Crédito: Prime Video
2 Hay una muy buena representación lésbica y trans
Es verdad que muchas series LGBT+ sólo se centran en la G del acrónimo, pero Tengo que morir todas las noches no es así. Además de seguir la historia de varios personajes homosexuales, se centra en el romance lésbico entre la cantante Aída y su agente Gloria Romero, quienes tienen que esconder su romance del público. También se explora la historia de Nova, una mujer trans que desea operarse y para ello tiene que recurrir a la prostitución.
Crédito: Prime Video
3 Tiene un mensaje muy bello sobre la familia elegida
Frecuentemente, las series LGBT+ que tratan el tema del VIH/sida no tienen finales felices para sus protagonistas, pero Tengo que morir todas las noches rompe con ese cliché. Guille y sus amigos pasan por situaciones muy difíciles y dolorosas, pero al final del día se tienen los unos a los otros. Es muy conmovedor y reconfortante ver cómo todos estos personajes se apoyan en las buenas y las malas, y se eligen como familia.
Crédito: Prime Video
4 El reparto cuenta con actores muy reconocidos de la televisión mexicana
5 Se nota que es una serie LGBT+ para personas LGBT+
A veces las producciones LGBT+ fallan a su audiencia LGBT+ al tratar de complacer a su audiencia heterosexual. Es decir, tratan de suavizar las relaciones LGBT+ o ponerlas desde una perspectiva heteronormada. Pero Tengo que morir todas las noches no es tímida al momento de mostrar relaciones sexuales entre personajes del mismo sexo o utilizar adecuadamente la jerga de la comunidad.