Cada tropiezo es una enseñanza y eso es lo que nos da la idea central de Never Have I Ever (Yo nunca en nuestra región), la nueva serie de Netflix que narra cómo la adolescencia puede ser un partido en el que a veces ganas y otras debes aprender de la derrota.
Es por eso que en este artículo te dejamos las razones para darle una oportunidad a esta serie tan peculiar.
Hablemos de cómo nos muestra una cultura distinta, tradiciones que hay que seguir y una manera muy suya de lidiar con los problemas de la adolescencia. En la serie toman temas muy interesantes en los cuales ves madurar a los personajes con cada capítulo y te encariñas con ellos porque, en algún punto, todos hemos estado igual de perdidos en la vida.
El elenco es simplemente algo inusual, desde la protagonista hasta los amigos que la rodean. Devi, la principal, ha pasado por un año bastante difícil y la escuela no lo hace más sencillo; a esto le agregamos que sus amigas son un tanto peculiares y ella solo quiere que este año sea distinto, en el que ellas se empoderan, pero con el paso de la serie nos damos cuenta que será una locura.
La historia no es la típica novela adolescente; en realidad Mindy Kaling, la productora, dice que tomó mucho de su adolescencia.
La serie tiene como frase “yo nunca nunca”, y cada capítulo inicia con esto y sigue con el tema que va desde tu primera vez hasta la diversidad cultural que existe en el mundo. A pesar que Devi tiene varios tropiezos durante toda la serie, esto lo toma de una manera graciosa y aprende de cada momento; es por eso que la serie se te hará muy rápida.
Creo que no hay capítulo con el cual no te identifiques. Todos hemos estado perdidos en algún punto de nuestra vida, y ese es el caso de Devi junto con todos sus compañeros: ella busca desesperadamente ser alguien en la escuela, en su casa, en su vida, y es hasta que en algún punto de toda la historia ella entiende que el futuro es incierto, pero que debe disfrutar el momento. Así que Devi en verdad se vuelve una gran vocera de todos los que encontrarán ciertas similitudes con su vida.
Durante la juventud todos queremos ser más que solo una persona que pisa el mundo, pero a veces para lograrlo se deben hacer muchos sacrificios. Al final, en la serie nos enseñan que todos tenemos un destino y que nada nos puede etiquetar: nosotros debemos buscar una manera de ser quien somos, y Devi nos lo demuestra en cada capítulo, ya que aprende una nueva lección acerca de la vida.
Pasando por las brechas generacionales hasta demostrando sororidad, Never Have I Ever nos demuestra que nunca estamos preparados para las vueltas que da la vida en un instante. Sin duda alguna, esta serie es de esos descubrimientos que valen la pena dentro de Netflix y sin problemas podría volverse una gran representación de los dramas que todos tuvimos de adolescentes.
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