Así como todos nos tuvimos que adaptar a una nueva realidad durante la pandemia, las series también debieron pensar diferentes manera de contar historias, y Social Distance utiliza todas las herramientas a su disposición para narrar las aventuras de las personas en cuarentena.
Más allá de los diferentes avances tecnológicos y las distintas opciones que existen para grabar videos, la televisión y el cine no varían mucho su filmación (salvo excepciones). No obstante, las circunstancias de la pandemia obligó a muchos directores y productores a experimentar cosas nuevas. Lo vimos en los noticieros, en los podcasts y acá lo presenciamos en una serie de Netflix.
Social Distance incluye diferentes perspectivas: jubilados, jóvenes gamers, una pareja gay, una enfermera, un alcohólico, una enferma de COVID-19, un chico interesado por las movilizaciones de Estados Unidos y hasta una familia en un funeral virtual. En cuestión de 20 minutos se cuentan diferentes historias que incorporan a varios sectores de la sociedad.
El único inconveniente que tiene la serie es que no es capaz de cubrir las problemáticas de la gente que vive en barrios populares, ya que todos los episodios son grabados en las casas de los actores y ninguno de ellos reside en sectores carenciados, claro está. No obstante, se las ingenia para incluir cuestiones que afectan a la economía de las familias, y usa bien los videos para que algunas de las casas no se vean tan grandes ni lujosas.
Es muy interesante ver cómo los directores Anya Adams, Phil Abraham, Angela Barnes Gomes, Jesse Peretz, Nick Sandow, Claire Scanlon y Diego Velasco usan Zoom, FaceTime, plataformas de juegos y grabaciones de pantallas para crear las diferentes historias. Además, cuentan con un buen elenco con nombres destacados como Mike Colter (Luke Cage), Asante Blackk (When They See Us), Danielle Brooks (Orange Is the New Black), Oscar Nuñez (The Office), Dylan Baker (Homeland), Becky Ann Baker (Girls) y Brian Jordan Alvarez (Will and Grace), entre otros.
Una producción de este estilo era necesaria para ver cómo funciona una serie grabada en su totalidad de manera remota. Además, nos saca un poco del estilo monótono que se suele utilizar para narrar historias, ya sean dramas, comedias o romances.
Si bien Social Distance es una buena serie, no la podemos poner a la altura de producciones destacadas de Netflix como Dark, Stranger Things, Black Mirror o The Umbrella Academy. Pero el valor y la utilidad del show aumentará con los años, ya que es un material genial para explicar lo que fue vivir en cuarentena durante 2020.