¿Recuerdan el final de la temporada 3 de Cobra Kai? Robby Keene (Tanner Buchanan) y John Kreese (Martin Kove) están unidos; se enfrentan cara a cara a su padre Johnny (Willian Zabka) y a su ex sensei Daniel Larusso (Ralph Macchio). Es obvio que algo está tramando Kreese, pero ¿qué exáctamente?
Para Robby la temporada 3 fue dolor y más dolor: comenzó prófugo por dejar a Miguel Díaz (Xolo Maridueña) en coma durante una pelea masiva; luego fue encarcelado por el incidente; luego, ya unido al dojo de Kreese, vio cómo su enemigo estaba con su novia, Sam Larusso (Mary Mouser). TODO MAL.
Robby rápidamente adoptó las actitudes despiadadas y rompedoras de las reglas de Cobra Kai, incluso robando una serpiente del zoológico local para ganarse el favor de su sensei. Así, Robby, del lado de Kreese, se consolidó como el nuevo estudiante estrella del dojo y será parte integral del plan del sensei de ganar el próximo torneo de All-Valley. Robby es el cóctel perfecto de habilidad técnica de karate y rabia hirviente para que Kreese lo explote en el futuro, y su pasado traumático lo deja particularmente vulnerable a la manipulación de Kreese. Y aquí la cuestión: ¿a qué nos hace recordar esto?
Desde la primera temporada de Cobra Kai se nos deja en claro una cosa en la que es hábil Kreese: los juegos mentales. Recordemos que la historia de Johnny está marcada por ello… Es más, piensen en todos los alumnos que formaron parte del dojo Cobra Kai: se quedaron los más débiles de mente; el resto recapacitó.
Kreese tiene como un imán para las personas perdidas. Si revisamos sus antecedentes en el ejército sucede lo mismo: terminan idolatrando su cruel liderazgo. Pensemos también en las películas de The Karate Kid: en el fondo, el personaje de la tercera entrega de la saga, Terry Silver, por más que parecía muy suelto y confiado, hacía lo que le pedía su sensei porque le debe algo. ¿Qué? No lo sabemos, pero que le debe, le debe.
Hasta el momento, Kreese parece ser el único para Robby. Incluso le dio al recién creado Cobra Kai un lugar para quedarse para vivir en el dojo después de su liberación, consolidando la idea de que el veterano de Vietnam es el único adulto que está allí para él. Su dependencia de Kreese hace que sea poco probable que cuestione los métodos de su maestro, y el sensei fácilmente podría usar la ira de Robby contra el mundo a su favor; podía empujar a su alumno a canalizar su odio en su lucha, mientras lo alimentaba para que se hiciera más fuerte.
Todo es psíquico.
Al igual que con Terry Silver, Kreese necesita que Robby sea su protegido y lo ayude contra Daniel y los otros. Robby es el estudiante perfecto para que Kreese lo use para manipular a Johnny debido a la relación rota entre padre e hijo: Kreese se está aprovechando de la historia existente entre Robby y Johnny, está manipulando a ambos para su propio beneficio. Lo lógico sería que Daniel y Johnny reparen sus respectivas relaciones con Robby para derrotar al dojo Cobra Kai en la próxima entrega, pero sería un muy triste y obvio final para una serie que siempre nos deja sin aliento.