Una buena muestra de la voz contra la tortura, pero…
Scott Z. Burns es un multinominado escritor que tiene en su haber películas excelentes como The informant!, Contagion, The Bourne Ultimátum, entre otras. En la mayoría de sus obras, Burns hace una crítica a los gobiernos y sus políticas, cosa que se nota más en los documentales que ha escrito. Ahora en The (Torture) Report o The Report escribe, dirige y produce (junto con Steven Soderbergh) una historia compleja y muy exhaustiva acerca de la investigación que ordenó el senado de los EUA acerca de los “interrogatorios” que realizaba la CIA a presuntos miembros del Al Qaeda y que aparentemente habían sido útiles para lograr la captura de Bin Laden.
El encargado por el senado para elaborar dicho reporte es el oficial Daniel Jones (Adam Driver) el cual se enfrenta a severos obstáculos para poder realizarlo. En primer lugar se ve limitado por la misma CIA para indagar en los archivos, ya que son documentos de seguridad nacional, así que Dan tiene que revisar todos los reportes adicionales y recabar toda la información posible que pueda comprobar que los oficiales de la CIA habían abusado de su poder y utilizaron métodos de tortura para obtener información de los terroristas. Encomendado por la Senadora DanneFeinstein (Annette Bening), Dan se enfrasca en una labor que le cuesta 6 años mientras revisa millones de documentos. A través de 119 minutos somos testigos de cómo se fue elaborando el reporte, lidiando con la burocracia, el espionaje y la lucha contra el mismo gobierno para poder publicarlo.
Para poder narrar esta historia tan difícil, Burns se aleja de los estándares comerciales para hacerlo de una manera más documental: visto todo a través de los ojos de Dan, se presenta la historia como una investigación documental que acompañada de algunos flashbacks y recreaciones nos permite conocer el panorama completo y tan complejo al que se enfrenta nuestro protagonista. A través de la presentación gráfica de un timeline podemos ir viendo el progreso de la elaboración del reporte hasta completar las 7.000 paginas que lo integran.
Toda la película está centrada en y solo en la elaboración del reporte, y así nos pasamos la mayor parte del tiempo acompañando a Dan en su pequeña oficina en el sótano de la CIA, mientras sigue agregando información al mismo. Burns nos presenta recreaciones muy gráficas acerca de los métodos de tortura de la CIA durante el primer tercio del film, las cuales son difíciles de mirar pero muy importantes para entender a fondo el problema de la tortura. Y ese es un de los objetivos de esta obra: que a pesar de lo peligroso que puedan ser los enemigos del estado, nada justifica que se les torture, sobre todo cuando se demuestra que esos métodos no sirven para nada.
Una vez elaborado el reporte Dan y la senadora Feinstein tienen que luchar para poder publicarlo, ya que solo así podrán evitar que vuelva a ocurrir en un futuro.
Con todos estos elementos Burns aborda el tema de manera diferente, más parecido al estilo de cintas como Spotlight y The Post pero con un toque más documental ya que durante varias ocasiones podemos ver tomas reales de noticieros donde se habla del tema. De esta manera,Burns trata de ser lo más fehaciente a los hechos reales, no trata de adornarlos ni de estilizarlos, sino que mantenerse fiel a la verdad.
Hay que mencionar lo importante del multipremiado cast al que se unen nombres como John Hamm, Maura Terney, Jennifer Morrison, Michael C. Hall, entre otros.
Pero...
Esta forma de acercarse al tema periodístico le da a la película una sensación de documental político, y esto puede perder a una audiencia ocasional que no esté familiarizada con este tipo de contenidos. La cantidad de información que se nos presenta puede parecer abrumadora, ya que omitir algún dato iría en contra del espíritu del film. Esto lo notamos cuando Dan termina de elaborar el reporte: ahora la CIA quiere censurar todo y comienza a tachar cierta información de manera que en unas páginas solo quedan un par de palabras (por eso el título de la película en inglés es The Torture Report pero con la palabra Torture tachada). El espectador podría perderse entre tanta información y perder el hilo de los acontecimientos, por eso esta película se vuelve cansada, y en momentos aburrida.
Veredicto
The (Torture) Report tiene que verse como un documental, lleno de información relevante, que trata de concientizarnos acerca de los métodos de tortura que utiliza el gobierno. Para los fans de este tipo de películas será una grata experiencia. Las actuaciones de Adam Driver y Anette Bening son dignas de verse, y el trabajo de Burns es también gratificante ya que llevar a la pantalla una película acerca de un documento de más de 7.000 páginas que tardó más de 6 años en escribirse es una tarea muy difícil pero la logra realizar de manera excelente.
En pocas palabras, tendríamos que decir que es una película para fans del género,, alejada de todo cliché comercial, gratificante ya que es una voz de protesta, una voz que se alza contra nuestros gobernantes, una voz que pide mayor humanidad, no hacerlo trae vergüenza, desgracia y ruina a sí mismos y a nuestros países.