La serie del Diego sigue adelante y en los más recientes capítulos nos cuentan sus inicios en Napoli y su recuperación en Punta del Este, entre muchas otras cosas:
6 Vesubio
El sexto episodio de la serie nos muestra la particular salida de Diego de España, siendo odiado por los periodistas, pero teniendo una audiencia con el Rey, a quien le hace chistes y después usa su baño para drogarse. Mientras tanto, en Napoli hacían cadenas de oración y recaudaban dinero para que llegue al club. Para la gente del sur de Italia la llegada de Maradona fue el equivalente a Thor arribando a Wakanda.
El arribo de Diego a Napoli es el evento más importante en la historia de la ciudad. Sin exagerar. Antes de que juegue un partido la gente lo trataba como una deidad, se tiraban encima del auto, a nadie le importaba que la mafia del lugar haya estado involucrada en la transferencia (aunque todos lo sabían). Toda esta adoración le encantaba a Diego, pero también se sentía sumamente presionado porque no le quería fallar a la gente.
Mientras las cosas en Napoli van bien, su vida personal no tanto. Por un lado, la gente de Napoli hace plata con su mercancía, pero ni él ni Jorge reciben nada. Por otro, Claudia se entera de que él estaba saliendo con una famosa italiana (¿Rafaella Carrá?), pero de todas maneras seguía a su lado. Por último, termina despidiendo a su amigo Jorge luego del terremoto de 1985 en México porque, a pesar de ganar mucho dinero, estaba en bancarrota y ninguna de sus inversiones funcionó.
En el futuro, en Uruguay, Coppola delata a Ferro Viera para salvarse a él mismo. El representante de Maradona es el que se encarga de meter todos los problemas bajo la alfombra de la manera más delicada posible. Mientras tanto, Ricardo, su ex jefe prensa, se rehúsa a publicar la foto robada a Diego en el hospital, por respeto a su relación y a su trabajo como jefe de redacción.
7 Libre
El séptimo episodio marca una nueva etapa en la vida de Diego, una marcada por Guillermo Coppola, las drogas, las mujeres, las fiestas y el libertinaje. El nuevo representante fue a Maradona lo que Palpatine fue para Anakin. Coppola se convirtió en el mejor amigo del Diego, pero también explotó su lado más oscuro. No lo podemos culpar por empujarlo a eso, porque la realidad es que a Diego le gustaba, pero él se esmeró para que siga por ese camino, incluso tratando de alejar a Claudia.
Tras su separación de Jorge, Diego comienza a priorizar demasiado la plata, desconfía de todos y despide a Ricardo y al hombre encargado de filmar su película, pero sin pagarles una indemnización. Maradona sentía que podía perder todo lo que ganó y eso lo puso a la defensiva, sentía que la única persona en la que podía confiar era Coppola y por eso le oculta todo a Claudia, a Bilardo y hasta al profe Signorini.
Con Claudia incómoda con las actitudes de Diego, ella vuelve a Argentina, mientras que Diego se queda solo y conoce a Cristiana Sinagra, una persona vital en su vida. Mientras su vida personal se descontrola, la adoración de la gente hacia él sigue intacta, el mismísimo Papa le dice que es un modelo a seguir, lo bendice y le hace regalos a él y a Tota. Además, cuando va al doctor para que lo ayuden con su nueva lesión, el cirujano se desmaya enfrente suyo, llora y tiene un ataque cardiaco de la emoción. Surrealista.
Varios años más tarde, en la clínica de Punta del Este, Diego sigue siendo el más mujeriego de todos, tratando de conquistar a su enfermera, quien luego se encuentra con Claudia y le devuelve la joyería que le había robado a Maradona cuando estaba inconsciente. Entre tanto, Claudia ya no tiene paciencia y parece querer salir de su situación lo antes posible.