Retroseries #14: El Chavo del 8

No todas las series estadounidenses tuvieron su gran apogeo sino que en el país vecino, es decir México, han demostrado que pueden hacer grandes cosas y hoy es un símbolo de aquel país: El Chavo, una comedia que tanto chicos y grandes disfrutan en partes iguales y que ver un capítulo hoy es innegable por muchos.

Roberto Gómez Bolaños apodado como Chespirito (un juego de palabras en alusión a William Shakespeare) siempre había tenido afición por la escritura, pero no sólo eso sino por producir y actuar, aunque usualmente Enrique Segoviano se dedicaba mucho más a la producción.

En busca de nuevas ideas, Chespirito había pensado en un sketch en donde se presentaba un niño y un vendedor de globos. Pero buscaba una diferencia: que sería dirigido al público adulto. Intencionalmente pensaba en niños actores inspirado en el clásico Pepito.

Pero pronto pensó mejor las cosas y tal vez para evitar sobre explotación pensó en interpretar él mismo a un niño. Tal como leyeron: un adulto pero interpretando un niño. Esto sería innovador.

De pronto Canal 8, donde trabajaba Chespirito, le sugirió agregar más personajes, por lo que Rubén Aguirre, compañero suyo de La mesa cuadrada, se sumó como El profesor Jirafales; luego Ramón Valdés, actor que había brillado en El cuerpazo del delito (1968), interpretaba a Don Ramón; María Antonieta de Las Nieves, locutora y actriz haría de La Chilindrina, llamada así debido a sus pecas que recordaban a un pan mexicano con azúcar.

En busca de más talentos, Chespirito descubrió a Carlos Villagrán por medio de Aguirre. Villagrán había un espectáculo del muñeco Pirolo e inflaba los cachetes: esta particularidad fue la que atrajo a Chespirito en la concepción de Quico.

Los dotes de comedia de Florinda Meza en La media naranja atrajeron a Chespirito a quien sumó a sus filas, en busca de la acaudalada Doña Florida, mamá de Quico.

Finalmente Edgar Vivar, quien era médico y aficionado a la actuación se sumó al equipo como El señor (más tarde se revelaría que su apellido era Barriga), al igual que Angelina Fernández (la única del reparto que no era mexicana, sino extranjera) interpretaba a la solterona Doña Clotilde alias La bruja del 71.

Cada actor puso su impronta y desarrolló a los personajes basados en aspectos de su vida.

El Chavo del 8 debutó en 1971 por canal 8.

Aunque hoy es un gran éxito, El Chavo comenzó teniendo malas críticas siendo catalogado como insulso. Pero detrás de los chistes racistas que muchas veces era acusado, El Chavo dejaba un mensaje sobre la sociedad americana de aquél entonces a modo de comedia.

El desarrollo de los personajes, que tenían una fuerte personalidad con frases memorables y gestos únicos, eran algunos de los elementos que determinaba el éxito, pero para quienes no vieron El Chavo van a notar que los capítulos no tenían conexión entre sí, por lo que se los podía ver de forma desordenada y no se necesitaba introducción alguna.

Los gags como los golpes que le daba Don Ramón a El Chavo (usualmente se escuchaba un campanazo) o los cachetazos de Doña Florinda a este último (se oían palmadas) eran esperables siempre.

Pero más allá del contenido, visualmente no importaba que el escenario fuera el mismo o que los personajes tuvieran la misma ropa (Don Ramón y La Chilindrina son los que más cambios de vestuario tuvieron a lo largo de la serie). Este detalle que tenía como objetivo ahorrar costos tuvo un punto positivo.

Ya a mediados de los 70s El Chavo había adquirido una gran popularidad no sólo en México, sino también en toda América donde con su humor sano y slaptik se convirtió en un símbolo de su país de origen.

Las giras de los personajes fueron cruciales para su popularidad, el merchandasing había inundado las tiendas por todos lados. Todos hacían referencias a las frases de El Chavo o de cualquier personaje (¿quién no dijo alguna vez tengo más hambre que El Chavo?).

Hay también algunas curiosidades en el programa que vale la pena aclarar, como por qué el 8 o si el barril era su casa. El 8 no era por el canal que lo emitía (luego canal 2 los invitaría a cambio de un contrato mejor pago, por lo que a poco del traspaso ambos canales se unieron para formar Televisa). El 8 se debía al departamento que vivía El Chavo y su escondite era un barril.

Aunque también habían misterios como el verdadero nombre de El Chavo o quien le daba de comer si se suponía que era pobre, pero no parecían importarle al público. Sin embargo, Gómez Bolaños escribiría en 1995 El diario de El Chavo donde desvelaría algunos datos inéditos.

El show tuvo sus problemas de por medio producto de la enorme popularidad que adquiría. Así las cosas comenzaron cuando hicieron el viaje a Acapulco, el cual tuvo tres episodios especiales (más tarde habría otro en la casa de El Señor Barriga) donde los personajes rompían la cuarta pared para avisar que el próximo episodio tenía relación con el ya emitido.

Quico comenzó a ganar terreno y exigió mayor presencia y salario por lo que Chespirito hizo lo que pudo pero aún así éste se fue del programa luego de Acapulco. En tanto que Valdés comenzó a tener problemas de salud producto de su cáncer de estómago y La Chilindrina tuvo sus idas y venidas tras diferentes propuestas, además de haber registrado a su personaje como propio.

De todos modos fueron añadiendo personajes nuevos o dándole más relevancia a otros como Godinez, Jaimito el Cartero, La Popis o Paty, para citar ejemplos.

También El Chavo había contado con un crossover de dos episodios (en realidad remake) donde aparecía El Chapulín Colorado, otra de las creaciones de Chespirito donde incluso pudieron tener interacción ambos (este era un gran avance para la época en cruzar al mismo actor dos veces).

Los personajes agregados no tuvieron la misma repercusión que sus predecesores pero alcanzó para que El Chavo se mantuviera unos años más. El show finalizó en 1980 como programa independiente pero apareció más tarde como parte de el show Chespirito hasta 1982 cuando finalizó con el episodio Clase de inglés donde se veía ya a los actores avejentados.

El universo de Gómez Bolaños no termino con El Chavo sino que este formaba parte de varios personajes donde usualmente se cruzaban entre sí. Así ocurría con El Doctor Chapatín y/o El Chapulín Colorado.

Pero más allá de la expansión que tuvo El Chavo hacia otros programas, cabe destacar que también tuvo sus polémicas. Una de ellas fue el episodio final que planteaba Chespirito y que se llegó a grabar. En éste, El Chavo moría atropellado por un auto luego de salvar a otro niño, por lo que se ve su cadáver. Este detalle se pudo ver y nunca quedó claro si este era real o no. Lo cierto es que los miembros del del reparto se sintieron incómodos, mientras que Chespirito pensaba que era una buena idea, ya que para ese entonces creía y veía al show como monótono. Sin embargo, una de sus hijas, psicóloga, le recomendó que desista de esa idea o los niños podrían copiar ese concepto, por lo que hoy por hoy la serie nunca tuvo un final concreto.

Por otro lado, los problemas entre el elenco afloraron, pero no impidió que Villagrán actuara con ellos en la película El chanfle, en compensación a la versión fílmica que Chespirito se había negado hacer.

En 1980 Ramón Valdés había muerto tras una larga lucha con su cáncer de estómago. Mientras que Angelina Fernández, alias La bruja del 71, había fallecido curiosamente a los 71 años tras haber luchado con un cáncer de pulmón. Ambas muertes repercutieron en el reparto, el mismo que estaba cada vez más dividido. Hoy sólo sobreviven Villagrán, De las Nieves, Meza y Vivar. Lo cierto es que Villagrán con el tiempo fue intensificando su enemistad con Chespirito.

No sólo hubo lugar para peleas sino también para romances, y en este caso Chespirito se enamoró y posteriormente se terminó casando con Florinda Meza. Se cuestionó por años la gran diferencia de edad (el rondaba los 50 y ella los 20). Se llegó a rumorear incluso que ella había tenido un amorío con Villagrán.

Actualmente sólo sobreviven las repeticiones, aunque Chespirito en 2006 estrenó la versión animada de El Chavo, la misma que contaba con todos los personajes, a excepción de La Chilindrina, debido a que ella se quedó con los derechos. La versión animada adaptaba algunos episodios de la serie y marcaba ligeros cambios como la altura de los niños o algunos toques de ciencia ficción. Esta serie tuvo una opinión dividida entre los fans. Por un lado permitía la interacción de varios personajes, que no se vieron en la serie, situándolos en diferentes escenarios; por otro lado, y tal vez lo malo, era el exceso de caricaturización que tenían los personajes. Villagrán (Quico) expresó su descontento: El Chavo perdió realismo, ahora viaja al espacio.

María Antonieta de Las nieves hizo también Aquí está La Chilindrina.

Pese a los escándalos que hubo, hoy El Chavo del 8 es un clásico que perdura a través del tiempo y es difícil imaginar una remake. Incluso Chespirito respondió a esto a Maradona en una entrevista de La noche del 10. ¿Su respuesta? Simple: ¿Podría haber otro Maradona? ¿Cómo también otro Don Ramón, Doña Florinda, por ejemplo?