¿Se acercan tiempos difíciles para el destacado actor californiano Sam Elliott (The Ranch)? Si trasciende en medios o se viraliza en redes sociales este asunto, es posible que esto suceda, y es una verdadera pena, pues realmente queremos ver más del nominado al Oscar por A Star is Born.
Durante una entrevista para el podcast WTC, Elliott arremetió contra la directora de The Power of the Dog, la única película nominada a 12 premios Oscar este año. Aunque la historia ocurre durante lo que podríamos definir como “la era final del Viejo Oeste” (1925), queda claro desde su inicio hasta que ruedan los créditos que se trata de un western, por lo cual Sam Elliott la llamó “un pedazo de m**rda”, acusando que la película deconstruye los arquetipos que caracterizan un filme western, como los cowboys mismos.
Elliott comparó los cowboys de la directora Jane Campion con bailarines de Chippendale que visten con una corbata de moño y no mucho más. “Andan corriendo en chaparreras y sin camisa. Todas esas alusiones a la homosexualidad a lo largo de la película”.
Uno pensaría que Elliot estaba confundido, al ignorar de qué se trata la novela homónima de Thomas Savage escrita en 1967. Pues buen, aunque el conductor del podcast se lo hizo ver, Elliott continuó con el debate preguntando: “¿dónde está el western en este western? Digo, Cumberbatch jamás se quitó las malditas chaparreras. Tenía un par de chaparreras, y cada maldita vez que caminaba en algún lado –nunca se subió en un caballo, quizás una vez– cuando caminaba por la maldita casa, cuando subía las malditas escaleras, cuando se acostaba en la cama y tocaba su banjo todo con las malditas chaparreras. Es como, ¿qué diablos?”
Y se pone peor: “¿Qué m**rda sabe esta mujer de allá abajo sobre el Oeste Americano? ¿Por qué diablos filmó esta película en Nueva Zelanda y la llamó Montana? ¿Y decir que así era? Eso me irritó de manera equivocada“.
La estrella de 1883 concluyó: “Acabo de llegar de Texas, donde estaba con familias, no con hombres, sino con familias. Familias grandes, largas, extendidas, de múltiples generaciones que se ganaban la vida y sus vidas se trataban sobre ser vaqueros. Y chico, cuando vi esa [película], pensé, ‘¿Qué carajo? ¿Dónde estamos en este mundo hoy?’.”
Pese a todo, Elliott terminó llamando a Campion una brillante directora, por lo que algunos podrían concluir que el histrión de 77 años se dejó llevar por “el calor de la discusión”…
Sea que Elliott se haya confundido con la premisa de esta adaptación de una novela o sea tan entusiasta del género western que se haya excedido en sus comentarios, posiblemente la forma y animosidad de sus declaraciones traigan consecuencias a corto plazo, tanto por parte del público como Hollywood misma.
