La noticia de una secuela de Game of Thrones centrada en el Jon Snow de Kit Harington nos sorprendió a todos ayer por la noche, pero luego de emocionarnos por la posible vuelta de uno de los personajes más amados del show, nos preguntamos ¿es realmente una buena idea este proyecto?
Lo primero que debemos marcar es que el proyecto recién está en las primeras etapas de desarrollo, pero hay un detalle en particular que no puede ser pasado por alto: la noticia “se filtró” minutos después de que finalizaran las finales de la NBA, es decir, cuando todos ya terminaron de ver el partido, estaban conectados en las redes y disponibles para prestarle atención a otra cosa. Esto significa que el proyecto va bastante en serio, de lo contrario, se hubiese manejado de otra manera. Las casualidades no existen.
Han pasado poco más de 3 años desde que se emitió el último episodio de la serie, y la manía por Game of Thrones ha disminuido significativamente debido a las pobres decisiones que se tomaron en la temporada 8. Los fans se enojaron tanto con el producto que dejaron de prestarle atención y el propio George R. R. Martin ni siquiera sacó su próximo libro todavía.
Algunos espectadores se sintieron traicionados por el show, y no los podemos culpar. Todos estábamos emocionalmente involucrados en la historia, la temporada 8 fue un evento global, casi tan grande como el Mundial de fútbol, pero más allá de un puñado de momentos épicos, el programa no pudo alcanzar las expectativas y, en ciertos casos, directamente arruinó la trama.
Hay siete etapas de duelo: Shock, negación, enfado, negociación, depresión, aceptación, proceso final del duelo. Los fanáticos de GOT aún nos encontramos entre la segunda y la tercera etapa, lo cual significa que este probablemente no sea el mejor momento para realizar una continuación de la historia.
HBO lanzará una precuela de la franquicia en dos meses, y la emoción que hay por su estreno es realmente una sorpresa. GOT fue la serie más popular de la última década, pero cuando se anunció House of the Dragon la reacción de todos fue similar a la del emoji con los hombros levantados.
Si una historia situada más de cien años antes de GOT recibe esta respuesta, ¿cuál será la reacción cuando se confirme la secuela de Jon Snow? Esperanzarnos en que van a arreglar algunas de las cosas que hicieron en la temporada 8 sería realmente un riesgo. Volver a creer es muy difícil.
Esto no quiere decir que la idea sea mala. Una secuela centrada en Jon y otra centrada en Arya fueron las dos ideas que más circularon luego del final del show, pero tal vez hubiese sido mejor esperar un par de años más para poder avanzar con la historia. El amor de los fanáticos por la historia no va a desaparecer, pero en estos momentos aún estamos dañados.
Lo último que debemos tener en cuenta es que, si la serie está recién en sus primeras etapas de desarrollo, lo más probable es que la veamos en la pantalla en 2024 o 2025, así que aún hay tiempo para que nos convenza que vale la pena volver a confiar en Game of Thrones.