El poder de la imagen, el poder de la información, el poder de las palabras, el poder del terror. ¡Todo está plasmado aquí. Todo sobre un día brutal!
El 5 de septiembre de 1972, un hecho atroz de violencia e intolerancia contra el equipo olímpico israelí. Un equipo de terroristas palestinos forzaron su entrada dentro de la villa olímpica en la que los judíos descansaban. Tomados primero como rehenes, el equipo de la selección fue brutalmente asesinada en el aeropuerto.
El suceso ya había sido llevado al cine hace exactamente veinte años con Munich de Steven Spielberg desde un punto de vista totalmente distinto. Tim Fehlbaum junto a Moritz Binder, escriben el lado periodístico de la historia cuando la famosa cadena de televisión ABC decide transmitir en vivo los hechos terroristas y también gran parte de las negociaciones.
Septiembre 5 es tan buena en todo lo que presenta como cast, historia, diseño de producción y lenguaje cinematográfico, que la puedo comparar sin duda con esas películas sobre el oficio periodístico que tanto amo y pulcramente hechas como:
“Todos los hombres del presidente” de Alan J. Pakula (1972) sobre la filtración de las grabaciones acerca del Watergate durante el gobierno de Nixon. Hecho que obligó a un presidente a dimitir su mandato.
“Frost/Nixon” de Ron Howard (2008), en la que dramatizan con una calidad cinematográfica un hecho histórico en la televisión norteamericana: el entrevistador británico David Frost, presionaba al presidente Nixon aceptar su participación directa en las atrocidades durante la Guerra de Vietnam. Hechos que se destapaban con esas grabaciones que “Todos los hombres del presidente” plasmaban.
“Spotlight” de Tom McArthy (2015) con un guion co escrito por Josh Singer, narran los abusos de 130 sacerdotes dentro de la ciudad de Boston , Massachusetts que abusaron de cientos de niños. The Boston Globe, periódico que tenía su propio equipo de investigación periodística llamada Spotlight, desveló la información y la negligencia de la arquidiócesis católica de la ciudad y el encubrimiento cínico de la iglesia católica.
“Septiembre 5” te toma de los hombros y no te suelta desde su inicio hasta su final. La manera de llevar la cámara y su edición para narrar una crónica deportiva que se convierte en una noticia casi de nota roja, es simplemente extraordinaria. Sabe plasmar perfectamente por medio del lenguaje cinematográfico, el estridente y frenético ritmo de la televisión en vivo, las decisiones ipso facto que se deben tomar en conjunto con las fricciones de los juegos de poder y algunos egos, todo para narrar en vivo la incertidumbre, el suspenso y la tragedia.
Ahora, la excelente química entre los actores es evidente. Funciona en cada diálogo que rebota y te lleva por la historia como un ligero juego de tenis en el hilo de la historia se cuenta tan bien que resulta en un ejerció maestro de narración y diálogo cinematográfico que atrapa al espectador efectivamente. Peter Sarsgard, John Mataró, Ben Chaplin y Leonie Benesch, funcionan en un engranaje perfecto como cast completo. Sino hubiera una contendiente tan fuerte como “Cónclave”, diría que esta película hubiera podido llevar el Glojo de Oro a mejor cast actoral en una película. Es que simplemente todos son geniales en transmitir esa tensión, preocupación y terror por lo que se está viviendo en tiempo real.
El poder de la imagen, el poder de la información, el poder de las palabras, el poder del terror. ¡Todo está plasmado aquí. Todo sobre un día brutal!
“Yo vi tres luces negras” es una oscura y reflexiva historia sobre la muerte, el duelo con guion inteligente que mezcla realismo mágico con un contexto político social violento y agreste. ¡Un logro latinoamericano!