* Que aquél que haya vivido su infancia durante la década de 1980 levante la mano. Ok, yo.
* Que aquél que haya visto series de pequeño levante la mano. Ok, presente.
* Que aquél que se haya asustado con las mutaciones en la pantalla chica se haga cargo. Mmm, bueno… yo… snif snif, ¡NO ME HAGAS RECORDAR!
Allá por los lejanos años de la década de 1980 ciertas series que se transmitían y solía consumir poseían un método de asustarme: las mutaciones. Ciertamente, esas transformaciones me dejaban con ganas de no ver más… o, en su defecto, como buen niño, ver entre dedos, como suelo decir: me tapaba los ojos y abriéndolos cual persiana americana seguía admirando el show sintonizado.
En este artículo comparto contigo las 5 mutaciones que más me asustaron. Espero que no haya sido así contigo. Y si lo fue, bueno, suframos juntos nuevamente.
1 Splinter - TMNT
Ok, dirás pero Fer, las Tortugas Ninjas era ya de por sí unos mutantes y… Y NADA. ¿Nadie se percató que desde la intro misma está presente la historia del Maestro Splinter? ¿Acaso a alguno no le da un poco de cosa ver cómo un simple ser humano se transforma en uno de los animales más repugnantes del reino animal, una rata?
Por favor, qué destino terrible el de este hombre, y qué de traumas tuve.
2 Manimal
Duró poco esta serie, pero… ¡ESA MUTACIÓN! Por favor, terrible. Creo que nunca había visto una cosa igual. Un ser humano común y corriente, dos brazos, dos piernas, una cabeza, no sé… de golpe, ¡PLUF!, una pantera. ¿De qué estamos hablando? Imaginen al pequeño Fer ante esta escena: los nervios de punta.
PD: no sé si será influencia de esta mutación, pero la banda que más admiro del heavy metal y sus subgéneros es la estadounidense PANTERA.
3 Mumm-Ra - Thundercats
Cada vez que en Thundercats este señor o señor-momia se transformaba en ese Señor o Señor-gigantón (sí, con mayúsculas… en segundos medía como 3 metros… increíble) me daba una cosa que ni te cuento: ¿nadie se percató de los hilos de baba que colgaban de sus comisuras bocales al transformarse? Juro que tuve como cierta auto-persecución con ese tema durante mi pre adolescencia: no sería muy agradable hablarle a una niña/adolescente compañera de curso y presentarse con una boca llena de saliva, ¿cierto?
PD: nunca entendí cómo la voz siempre seguía siendo la misma, siempre gruesa y macabra.
4 Hulk
Ok, todos los niños y las niñas criados durante la década de 1980 estuvimos muy influenciados por las series de superhéroes (hoy hay un revival también, y lo agradecemos). Muchos quisimos ser Batman o Superman (sobre todo por Superboy) o The Flash o Hulk. Pero, imaginemos: otra vez el Fer pequeño; que jugaba al fútbol en la calle; que poseía videojuegos no violentos (la violencia extrema en las consolas o la pc se hizo presente a mediados de la década de 1990); que se apasionaba con los juegos de mesa… y prende el televisor, sintoniza el canal que transmite la serie de Hulk y ve cómo ese diminuto hombre abre los ojos y le quedan grandes como huevos, rompe sus ropas y se convierte en un pedazo de monstruo que más que amigos cosecha enemigos (es más, los enemigos empiezan a pensar en ser sus amigos).
Un poco se asustaría ese Fer tan inocente, ¿cierto?
5 V Invasión extraterrestre
Ok, no es una mutación: es un despellejo, digamos. Pero, ¡ay madre mía que me daba estupor ese momento, gente querida!
Ya nuestro querido Danger Will Robinson se ha puesto el equipo al hombro y nos habló de esta serie, pero debo remarcarlo. En V Invasión extraterrestre, el momento en el que los invasores se quedan sin su ropaje de humanos, que es una cuasi transformación, fue el momento que más me perturbó de pequeño, debo confesarlo. Ok, dirás pero Fer, ¿de pequeño no viste Jurassic Park? ¡Está plagado de reptiles, y gigantes! Y te contestaré claro que sí, pero por lo menos son animales que interactúan como tales, ¡no invasores malvados!
Más de un capítulo lo vi a la mitad por esos momentos y por aquellos en los que estos monstruos comían roedores.
PD: una cosa es SER un roedor como Splinter y otra cosa es COMERLOS… sin dudas el segundo caso es más fuchi.