Una de las cosas que están cambiando en Brooklyn Nine Nine, es la dinámica de los episodios. Siempre teníamos una fórmula muy sencilla con una historia principal y con dos muy secundarias para rellenar episodios. Pero ahora, en este nuevo año, nos vamos más a otros lugares, seguimos casos por capítulos enteros y si no tenemos que mostrar algún personaje, no lo hacemos. Quizás, esto haga que extrañamos mucho a algunos porque la realidad es que hace tres semanas que no vemos a Boyle haciendo algo “importante” más de cinco minutos y eso es tremendo. Pero no importa y eso es lo peor. Las historias que nos están dando están buenas, son divertidas y por ende, la falta de personajes es triste, pero no hace que el show guste menos.
El último episodio de Brooklyn estuvo centrado en Jake y Rosa, ellos, juntos resolvieron un montón de crímenes muy importantes, pasaron por momentos muy difíciles, son amigos desde la academia, fueron juntos a prisión y ahora tuvieron que pasar por unos 50 días muy complicados. Les asignaron un asesinato que tenía todo para ser bastante aburrido, pero a medida que aparecían más pistas, las cosas se complicaran más y era imposible de resolver. Uno de los mayores problemas era que estaba todo cerrado desde adentro y no había manera de que una persona se pegue 30 puñaladas, así que alguien debía ser el asesino. El segundo problema es que había tres rastros de sangre, por ende, no sólo era un fantasma, sino tres.
Algo que me pareció muy raro es que apenas comenzó el episodio, nos dijeron que el asesinado estaba investigando para sacar a la luz una historia muy importante y por lo que Rosa o Jake dijeron, nunca fueron sobre eso. Lo más lógico sería que la persona que lo quería muerto, sea la más perjudicada por lo que él pudiese decir y con todo lo que hizo este par de detectives, es medio raro que no hayan ido a investigar a la única persona que podría querer que este hombre muera. Esto medio que mata un poco al caso, porque ellos se concentraron más en lo impresionante del caso y dejaron de lado lo que realmente importaba. Igual, me divertí mucho, pero es raro que tenga este tipo de errores una serie que viene trabajando con los mejores detectives de la ciudad hace tantos años.
Pero bueno, al final del día Jake y Rosa pudieron cumplir la promesa que hicieron y ahora podemos hablar de “promesas”. No había notado nunca que los policías evitan prometer y tiene un montón de sentido. Si bien lo que hacen es resolver crímenes, existe la posibilidad de que no puedan resolverlo y una promesa, hace que la esperanza nunca muera. Eso puede ser malo porque si un familiar o amigo no puede cerrar esa puerta por completo, puede trabajarlo para toda su vida y ellos tienen el deber de mantenerse imparciales. Para Rosa o Jake esto fue bastante difícil, los dos se vieron muy involucrados en la historia, se sintieron conectados con la madre y por motivos personales metieron toda la cabeza en la arena y por suerte no se ahogaron en el proceso.
Para Jake, fue algo más para el lado de madre soltera con un sólo hijo y sabemos cuán sensible es cuando hay que hablar de su madre, así que tenía sentido que empiece a prometer cosas que no sabía si iba a poder cumplir. Por otro lado, Rosa está en un momento muy complicado con su madre y desde que salió del closet algunos meses atrás, ella no le dirige la palabra. Ella es consciente que esto lleva tiempo y por eso no quiso apurar a su madre. Pero la realidad es que uno debe aceptar las decisiones que la otra persona toma y a pesar de lo que esta quiere, esto no debe condicionarse. Siendo una madre, creo que eso es más fuerte y el apoyo, debe estar siempre por encima de la “decepción”. No hay motivo para estar decepcionado y por lo general, el “qué dirán” no suele importar, pero el apoyo de la familia siempre es importante y a Rosa, hasta ahora, le faltó eso.
