Frances regresa a su casa después de que Robert la dejara afuera. Cuando ella le propone a su (todavía) marido hablar, él vuelve a sacarla del hogar, mientras ella insiste en que cometió “una serie de terribles errores”. ¿Cómo justificó Robert la ausencia de Frances, durante la noche, frente a sus hijos? Les dijo que se había ido a lo de Dallas y que no volvió porque manejar en estado de ebriedad no está bueno.
Nos enteramos cuál es la ambición de Frances cuando su agente inmobiliaria, Carla, la llama para que vaya a ver un local, ni tan grande, ni tan chico. La protagonista lo quiere para hacer una galería de arte con artistas locales, pero no sabe si este es el momento para alquilarlo y empezar el proyecto, que ya tiene en mente hace varios años.
Más tarde, Frances va al hospital junto a Dallas para ver a Nick, que está en un coma médico, y darle un poco de apoyo a Diane. Lo que no esperaba era que Robert también apareciera ahí y le hiciera una escena, para terminar amenazándola con que le va a contar a Lila y Tom sobre el divorcio. Como si fuera poco, Dallas le pide a Frances que se lleve a la perra de Diane porque le da alergia.
Apurada, Frances corre a buscar a sus hijos al colegio, para evitar que Robert les cuente sobre los problemas maritales. Por suerte, llegan ambos al mismo tiempo y los chicos se entretienen con el perro, que creen que es un regalo para ellos.
Para el final del capítulo, Robert accede a hablar con Frances, que repite una y otra vez que Julian no significó ni significa nada para ella. Robert admite que esto no habría sucedido si el matrimonio funcionara bien. Esta noche, Robert duerme en la cama de Lila, mientras ella se va con el perro a la cama con su madre. Frances le miente a su hija sobre por qué su padre no duerme con ella, “el perro le da alergia”. Lo último que vemos es a Robert googleando a Julian.