Para este episodio de Grey´s Anatomy debemos recordar que al finalizar el funeral de De Luca, Owen encontró a Teddy completamente en shock. Este episodio se centra en su personaje y los traumas que ha pasado toda su vida, que la llevaron finalmente a colapsar.
A pesar de todo lo que sucede entre ellos, Owen la tiene en su casa e intenta sacarla de este estado pero es en vano. Este es un episodio con muchos recursos de lo onírico donde volveremos a ver a De Luca como una especie de guía y conciencia de Teddy, como así también a Meredith.
A través de estos suelos que Altman va atravesando somos testigos de todos los traumas que ha pasado en su vida. La pérdida de Allison y la de sus padres, como también el conflicto con Owen y Tom. En todos ella intenta arreglar las cosas, pero por supuesto ya son cosas que no pueden modificarse.
Mientras tanto, Owen pide ayuda a Amelia quien termina quedándose con él para de alguna manera hacerlo entrar en razón. Es justamente Amelia quien le hace notar su odio infundado, cuando él también tuvo sus propias historias y quien además atravesó el trastorno por estrés postraumático, y ahora es Teddy quien lo está atravesando.
Así que mientras Teddy navega en su propia historia, cargando con la culpa y el dolor, Amelia intenta que Owen mínimamente deje de odiar a la mujer que siempre fue el amor de su vida, reconociendo que él también ha tenido sus propios errores.
Mencionamos que De Luca funcionaba como una especie de conciencia en este, digamos, trance que vive Teddy pero, como siempre, la clave es Meredith. Es Grey quien le dice que deje de echarse la culpa con otro y principalmente que deje de huir del dolor que es siempre lo que hizo.
Se podría decir que la gran revelación que tiene Teddy, es como se sumergió en otra relación para escapar de su propio dolor. Finalmente Altman vuelve en sí, aunque no sabemos como esto terminará incidiendo en su relación con Owen.