Riggs y Murtaugh examinan el asesinato de uno de los miembros del mundo de la moda de Los Ángeles, y siguen un rastro de pruebas que los lleva a un caso que está investigando la DEA. Mientras tanto, Trish y los niños están visitando colegios y dejan a un Murtaugh sólo con su pequeña niña. Por su parte, Riggs tiene problemas para dormir por la noche debido a sus recurrentes sueños con Miranda.
El caso de la semana, esta vez no tiene tan poco peso como en los anteriores capítulos, ya que es lo suficientemente importante como para prestarle bastante atención. Luego de un crimen, los agentes Riggs y Murtaugh comienzan una investigación que los llevará a cruzarse con una agente de la DEA demasiado atractiva y estricta para estos dos agentes. El caso los enfrentará a diferentes situaciones que son verdaderamente de acción. El tráfico de drogas mueve mucho dinero y los tres agentes están causando verdaderamente líos que los meterá en la mira de los narcotraficantes. Como siempre, todo se resuelve de excelente manera, pero con un montón de situaciones cómicas. Riggs se vuelve el héroe de la noche cuando llega a dar con el responsable de este asesinato.
Mientras Trish y los niños se van unos días de la casa, Murtaugh debe cuidar a su pequeña bebé con la ayuda de la niñera. Pero, lamentablemente para él, la mujer que se encarga de la bebé no puede asistir a su trabajo y este debe hacerse cargo por completo de su hija. Nada extraño, salvo de Roger tiene asuntos policiales que atender. Primero debe llevarla a la escena de un crimen (el plano donde el se pone a su hija en la mochila para llevarla es muy gracioso), y luego, cerca del final del capítulo, cuidarla con Martin. Así fue como en este capítulo se completa la recorrida de todos los miembros de la familia Murtaugh. ¿Ahora se viene acción de la verdad para estos dos?
Por el lado de Riggs, este continúa con problemas para conciliar el sueño y aún no deja que su psiquiatra lo ayuda. La profesional del departamento de policía se percibe que gusta mucho de Martin, pero este, concentrado en su problemática, no puede darse cuenta de esto.
Riggs no puede conciliar el sueño ya que por las noches aparece su mujer, se le presenta y este no llega a concentrarse. Todavía está muy dolido por la pérdida de ella y su bebé. Eso lo traslada al caso de la semana, el cual comparte con una atractiva agente de la DEA. Además continúa arriesgado su vida de manera desmedida, pero de igual manera convirtiéndose en el héroe de la jornada.
Cerca del final del capítulo, luego de escenas tensas de acción como casi nunca se vio en lo que va de la primera temporada, Martin ahora posee una nueva amiga, la agente Karen Palmer, quien quizá vuelva a aparecer más adelante. Cabe recordar que Riggs le salvó la vida y ella quedó como en deuda.
Por otro lado, los últimos minutos de cada episodio son el momento más gratificante donde se disfruta el crecimiento de Riggs y Murtaugh, no sólo como compañeros, sino como amigos. ¡Hasta durmieron juntos en el sillón! Los queremos.