Brian se hace el enfermo, para no ir a trabajar (quién no lo ha hecho alguna vez). Los agentes que siempre lo pasan a buscar por su hogar le creyeron y se fueron. Todo marcha de maravilla, hasta que… un momento, ¿quiénes son ustedes? El pobre fue secuestrado.
A su vez en la agencia del FBI se presenta muy formalmente Dean Merrick (CIA), quien al tener conocimiento de las facultades del nuevo asesor solicita pedirlo prestado. Naz, enfurecida, le dice que de ninguna manera, a lo que el agente Dean le contesta que lo siente pero que en 2 días se lo devuelven. Furiosa, Rebecca decide por las suyas tratar de dar con su paradero.
El objetivo BLACK OP (operación encubierta) era atrapar a Aleksey Basayev quien peleó para los rusos en la Guerra de Chechenia y se encuentra en EE.UU. con intenciones de realizar algún atentado terrorista. Finch a través del NZT (que le suministra la CIA… un momento… escribí CIA y no FBI…) y usando su inteligencia podría ubicarlo, lo cual hicieron.
Resulta ser que Aleksey en realidad colaboraba para la CIA haciendo un par de trabajos sucios. Pues entonces idearon implantar la idea de terrorismo para limpiar la imagen de este grupo de la CIA y deshacerse del pobre checheno. Una vez capturado todo toma otro color, y los supuestos agentes de la CIA, por la ambición de cobrar algún dinero extra (Brian no vale un centavo, así que ya saben quién), se mataron entre sí. Esto logró que Aleksey al fin logre escapar. Por suerte Rebecca llega a tiempo a rescatar a Brian por medio de un video que le indica en forma de código dónde se encuentra.