Brian decide emprender viaje hacia el viejo continente precisamente a San Petersburgo, Rusia. Allí comienza la búsqueda de la señorita Piper. Para ello tiene un contacto en una discoteca, donde entabla una conversación que depara a una charla muy amena luego de varios vodkas.
Bezgranichnyy
Deja una suma de dinero y obtiene el dato de que ella estaba presa y que sólo una persona podría liberarla. Brian ya no cuenta con dinero, pero sí con una pastilla, lo que le ayudó a saber todo sobre Maxim Levrov, que es un súper fanático de Game Of Thrones (como nosotros). Moviendo contactos logró tener al teléfono en ese mismo instante al mismísimo G.R.R. Martin, para que le cuente el final. Parece descabellado pero funcionó.
Al querido Brian lo llevaron encapuchado en medio del bosque y cuando lo liberan se topa con la bella Piper. Por fin la halló.
Mientras tanto, sin poder localizar a Brian, Rebecca se dirigió a la casa de sus padres para saber si poseían alguna información sobre el paradero y de paso poder hablar con Rachel, su hermana, para ahondar más sobre lo sucedido aquella noche donde entró esa persona que nadie salvo Brian conoce. Pero el padre muy enojado le sugirió a la agente Harris que nadie le dirá nada y que la próxima vez que se vean debe ser mediante un documento firmado por algún juez.
Luego de una semana divertida y muchos momentos digamos íntimos, Piper le cuenta a Brian por qué está precisamente en Rusia y fue detenida: fue por haber tratado de robarle a un magnate del petróleo unas semillas que son la base para poder crear el antídoto para los efectos secundarios del NZT.
Justamente dicho magnate organizaba una fiesta, por lo cual decidieron infiltrarse y hacerse pasar por ricachones americanos. Él los distrajo y ella tuvo la difícil tarea de entrar a buscar y robar. Ya deberían dar por terminado esos momentos lindos y es hora de trabajar.
Lo que sea que hacíamos sin NZT, lo que sea que sentíamos sin NZT, éramos versiones menores de nosotros mismos.
Tenemos que ser racionales, y el amor no tiene lugar en ello.
La bella Baird logró escapar pero los otros custodios capturaron al pobre Brian y lo encarcelaron.
Piper, tan hábil como su compañero en esta andanza, logra realizar el mismo cometido con aquél jefe penitenciaro pasándole al teléfono al querido Martin, pero esta vez para decirle que lo conversado anteriormente sería todo revelado en las noticias culpándolo a él de filtrar el final de Game of Thrones y que estaba todo grabado, más descabellado aún pero también dio resultado.
Volviendo a New York, Rachel se presenta en las oficinas del FBI para hablar con Rebecca, y comentando lo sucedido, Reb tratando de identificar de quién se trataba le muestra una foto en la pantalla…
Era Sands.
