Sin lugar a dudas uno de los mitos urbanos más aferrados en la cultura popular es el de la ablación forzada de órganos en tierras extranjeras. Concurrir a un evento multitudinario, terminar inconsciente y con un órgano menos ha sido un gran ejemplo del terror turístico.
En este caso la acción se traslada a Mumbai, ciudad capital del estado de Maharashtra en la India.
Un joven, luego de una fiesta electrónica, se despierta totalmente desorientado y dolorido. Pero lo peor lo descubrirá al notar una gran cicatriz en su torso… alguien lo ha operado de una forma rústica extrayéndole su riñón. Y para empeorar la situación, su amigo se encuentra desaparecido.
El equipo entra en acción
No debemos rezar para ser protegidos de los peligros, sino para no temerlos cuando nos enfrentemos a ellos. No debemos suplicar por la ausencia del dolor, sino para que nuestros corazones puedan conquistarlo.
Así da comienzo el accionar del grupo del FBI al ingresar a la India para intentar tener más datos sobre lo ocurrido e intentar salvar a Tommy Moses que aún se encuentra perdido en esta tierra extraña.
Pero al llegar las noticias no son buenas: si bien Tommy se encuentra a salvo (y de hecho ni siquiera está enterado de las peripecias de su amigo), la vida de su amigo ha terminado por la mala praxis utilizada para la extirpación del órgano. Y aquí es donde la ciencia forense empieza a desentrañar el verdadero eje del misterio: los cortes realizados para las ablaciones son demasiado descuidados y demuestran una impericia importante por lo que se supone que lo obtenido de los mismos difícilmente pueda ser utilizado para el trasplante.
A través de un trabajo con la policía local, se termina delimitando el lugar donde reside el improvisado cirujano creepy y descubren así el complejo drama social que encarna. En realidad se trata de un joven cuyo padre sufrió la ablación de sus órganos para ser comerciados al mejor postor, y a fines de lograr que el cuerpo de su progenitor esté en condiciones para ser cremado, se dedicó a obtener los mejores órganos posibles de sus víctimas.
Final
Más allá del macabro accionar del asesino de este episodio, llegamos a comprender parte de su lógica cuando él la explica: Trataron a mi padre como si no fuera nada, valía más muerto que vivo. Lo abrieron como si no fuera un hombre, sólo para recolectar ciertas partes, partes que fueron a parar a un rico. En muerte, volverá a vivir.
Finalmente el joven es detenido y con él se termina el procedimental de esta semana. Sin embargo, gracias a este retrato de una cultura ajena, podemos conocer una situación de precariedad tal en la que la vida pasa de ser un derecho a convertirse en un lujo para las clases más bajas y apremiadas económicamente.