No es una novedad de que Eva Green se entrega por completo a sus trabajos interpretativos, pero si quedaba alguna duda sobre ello el cuarto episodio de esta temporada termino por confirmarlo. Con una intensidad dramática pocas veces vista en una serie de televisión Vannessa Ives se desangra y desintegra ante nuestros ojos en el marco de una blanca habitación del hospicio mental donde estuvo internada. A través de una sesión de hipnosis propicia por la Dra Seward Vanessa volverá a vivir los tortuosos métodos utilizados en los albores de la medicina moderna en miras de lograr la sanidad mental de los alienados.
Pero en este intenso viaje a lo mas frágil de la locura no estará sola y su único anclaje con el exterior sera John Clare, el hombre que luego se convertiría en el material orgánico para la creación del Dr.Frankenstein. De esta forma en este viaje no solo conoceremos la locura de Vanessa sino también la humanidad de la criatura, cuando aun tenia una familia por la que pelear, un motivo por el cual vivir.
La acción no se traslada a ningún lugar y todas las variaciones en el ritmo narrativo que logremos presenciar se basaran en las terribles actuaciones de Eva Green y Rory Kinnear quienes sin lugar a dudas merecen un reconocimiento por esta gran labor interpretativa que han llevado a cabo.
El mundo interno de Vanessa no termina de descubrirse y sin lugar a dudas el camino de este aprendizaje sera por demás interesante si continua el rumbo que ya se marcó.