Bastaron dos entregas para terminar de enamorarnos del producto de la mente retorcida de Seth Roguen y la dirección de Michael Slovis. El clima logrado en este episodio nos recuerda algunas otras producciones del director como fueron Breaking Bad y Fringe.Dato de color: Preacher también es filmada en Albuquerque como Breaking Bad y Better Call Saul.
La atmósfera opresiva, pero a la vez lúdica y descontracturada de este episodio recuerda en ciertos aspectos a lo mejor de Tarantino con chispazos de gore al mejor estilo Evil Dead.
De la misma forma que ocurriera con Breaking Bad la presencia de la inspiración estética de Tarantino se hace presente en los planos desde el baúl del auto que siempre dejan al espectador el misterio sobre los verdaderos móviles de los sujetos objetos de la acción.
Pero no será sólo Tarantino el director que sentiremos presente, sino que también tendremos algo de San Raimi en particular con la genial escena interpretada por Cassidy y su motosierra amiga.
En este episodio veremos como Jesse empieza a tomar conciencia de sus poderes y a intentar hacer algo de bien en la vida de sus feligreses, a pesar de la constante tentación que le presentan tanto Cassidy como Tulip.
La historia de estos tres personajes sabemos que tiene vínculos en común, aunque los mismos apenas comienzan a delinearse, pero prometen a futuro un importante desarrollo.
Por lo pronto sabremos que Tulip tiene un “negocio” para ofrecerle a Jesse y que el mismo no quiere ceder frente a esta propuesta ( y la forma que ambos se manejan hace suponer que los encuentros anteriores no fueron del todo ecleciásticos).
El “trabajito” que Jesse declina parece estar relacionado con un nombre en particular Donnie Schenck el marido abusivo sobre el que particularmente se ocupo nuestro parroco en el episodio inicial. Aún no podemos determinar cual es la relación entre este personaje y el plan de Tulip, pero sin lugar a dudas es algo que tiene bastante traumado a Jesse y resulta por demás inquietante.
Cassidy
Tambien en este episodio y en sus propias palabras llegamos a conocer mas sobre este gran personaje “…Soy un vampiro de 119 años de Dublín. Y en la actualidad estoy huyendo de un grupo de vigilantes caza vampiros religiosos que de algún modo siguen localizándome. Soy un sagitario diestro. Me encanta la comida china. Nunca he visto el océano Pacífico. Y creo que “El gran Lebowski” está sobrevalorada…”
Vamos conociendo a nuestros personajes y ello acompañado de una estética que no deja de enamorar a los televidentes y más aún a aquellos que sienten algo de nostalgia por Breaking Bad.