El cuarto episodio de la cuarta temporada de Rick and Morty nos alejó de las aventuras científicas para traernos una aventura medieval llena de orgasmos, sí, leyeron bien, ORGASMOS.
El episodio comienza después de que Rick le prometiera a Morty un dragón de mascota, si se saltaba las clases para acompañarlo en una nueva aventura. Por supuesto, Rick no pensaba cumplir su promesa, pero es presionado por su hija Beth.
Así que Rick termina convocando a un hechicero para regalarle a su nieto un dragón. Tras firmar un contrato, Morty queda unido al alma de un dragón llamado Balthromaw, quien es vocalmente interpretado por Liam Cunningham (aka Davos) de Game Of Thrones.
Morty, emocionado, surca el cielo junto a su nuevo amigo, pero Balthromaw no parece estar muy contento con la situación. Cuando Morty lo deja descansar por un rato, Rick entra en acción para deshacerse de él.
Pero nada sale como lo esperaba. Balthromaw es muy parecido a él y después de drogarse con humo volcánico y tener una alocada fiesta en un zoológico, terminan uniendo sus almas (una “sutil” forma de decir que tuvieron sexo).
Mientras se encuentran en el acto, Morty los encuentra. Bastante decepcionado, desea deshacerse del contrato. Cuando el hechicero se presenta y se entera de la situación, decide llevarse a Balthromaw de vuelta a su tierra mágica para castigarlo por ser un “fácil”.
Balthromaw es sentenciado a morir ahorcado y, aunque tardará bastantes años para que eso ocurra, afectará a Rick, por lo que junto con Morty y Summer, se propone ir a rescatarlo.
Ya en el mundo mágico, Rick se da cuenta que sus artilugios tecnológicos no funcionan, pero se las arregla para hacerse de una pistola que avienta magia. Finalmente, para librarse del hechicero, hacen equipo con otros dragones que igualmente habían sido desterrados por ser “putas”.
Para lograrlo,Rick, Morty, Summer y los demás dragones, deben unirse en una orgía sexual. Como consecuencia, Morty se despide de Balthromaw sintiéndose sucio y decepcionado de su aventura.
Mientras todo eso ocurre, Jerry se tiene su propia aventura junto a un gato que habla. Este gato parece ser muy inteligente, pero no quiere revelar cómo es capaz de hablar. Con la ayuda de Rick, averigua lo que hay en su mente. Si bien no se revela a la audiencia lo que vio, parece que lo que ha hecho el gato alienígena es terrible.