Al centro de sus historias, Gillian Flynn escribe sobre la oscuridad que también se puede encontrar en el sexo femenino. Sin embargo, con esta oscuridad también viene cierto poder y “Fix” es el perfecto ejemplo de ello: el tercer episodio de Sharp Objects es el mejor hasta ahora al mostrarnos la errónea opinión que tiene Wind Gap sobre sus mujeres.
En una de las primeras escenas del capítulo, el detective Willis está discutiendo con el jefe de policía Vickery sobre los sospechosos del crimen. Mientras Vickery cree que se trata de alguien externo al pueblo, Willis asegura que el asesino conocía a las víctimas y mantenía una relación cercana a ellas. No obstante, esta diferencia en sus opiniones es el menor de sus problemas, ya que Vickery le hace saber a Willis que su presencia no es del agrado de nadie en Wind Gap. Más tarde, cuando Camille encuentra al detective en un restaurante y trata de hablar con él, Willis prefiere alejarse y pedirle que se mantenga al margen de su investigación.
A su favor, una de las preguntas que Camille inmediatamente hace al detective es: “Entonces, ¿Vickery y tú siguen pensando que el culpable es un hombre?”.
Camille continúa con su investigación, pero mientras interroga a Bob Nash una vez más, Adora interrumpe su entrevista. Camille no puede hacer nada ante la autoridad de su madre y ella termina frustrada en su auto. Antes de que pueda refugiarse en el alcohol, Camille se cruza con Amma, quien la lleva hasta las granjas de la familia. La mayor de las hijas de Adora sigue a su media hermana sin que ésta lo sepa (o al menos eso cree) y es testigo de la extraña rutina que Amma tiene con los cerdos del lugar.
De regreso en la casa Preaker, Adora está arreglando las rosas de su jardín (que Amma destruyó la noche anterior después de llegar borracha y chocar contra ellas) cuando le reclama a Camille haber visitado a Bob Nash para hacerle una entrevista. Adora culpa a su hija mayor de todo lo que está mal con Wind Gap y tras lastimarse con uno de los rosales, ella aprovecha para recalcarle: “Esto también es tu culpa, Camille”.
La protagonista ve las rosas y recuerda la noche anterior cuando Amma, mientras estaba bajo la influencia del alcohol, le confesó: “Mis amigos hacen lo que yo les pida. Ellos me aman”.
Vickery visita a Adora y descubrimos que fue él quien le avisó de la presencia de Camille en la casa de Bob Nash. Adora le agradece al jefe de policía sus atenciones, pero antes de irse, Vickery también aprovecha la visita para sugerirle a Adora que cuide de Amma, a quien ha encontrado varias veces en la calle después del toque de queda. Sorprendida por esta noticia, Adora manda llamar a Amma y además de regañarla, le advierte que Camille es una mala influencia y no puede confiar en ella.
Por su parte, Camille intenta entrevistar a John Keene, otro de los principales sospechosos de Vickery. Sin embargo, al buscarlo en la casa de los Keene, su novia Ashley le dice a Camille que los busque más tarde en su casa y ella “lo tendrá listo para hablar”. Ashley cumple su promesa y Camille por fin puede hablar con John Keene, quien culpa a Wind Gap por el asesinato de su hermana y no reacciona en absoluto bien cuando la protagonista le hace saber que muchos piensan que su relación con Natalie era un poco extraña. “¡Éramos hermanos!”, grita John antes de exasperarse y detener la entrevista. Ashley le pide a Camille que espere un momento, pero la reportera prefiere irse y dejarle a John su número de teléfono para que la contacte cuando quiera hablar con ella.
Cansada del drama en el pueblo, Camille va a su bar favorito (y al parecer el único que hay en Wind Gap) y vuelve a encontrarse con el detective Willis, quien está desesperado porque nadie quiere ayudarlo y aún no tiene pistas sólidas sobre el caso. Él le ofrece a Camille un trato: si lo ayuda a entender el lugar, él a cambio responderá dos o tres preguntas de la investigación. Pero antes de que puedan finalizar el trato, el dueño del lugar les avisa que está a punto de cerrar. Esto los obliga a continuar su plática en un estacionamiento que, de acuerdo con Camille, era el lugar donde ella y los demás adolescentes se reunían tiempo atrás.
Como si las palabras de la reportera fueran una profecía, Amma y sus amigos llegan al mismo lugar a causar problemas. Amma no pierde el tiempo y comienza a burlarse del detective, pero rápidamente cambia de víctima y también pone en ridículo a Camille, a quien le pega una paleta en la cabeza enfrente de todos. Avergonzada, la protagonista se despide del detective y comienza a manejar en la carretera hasta que ve el fantasma de su hermana.
A pesar de que el capítulo nos da más información sobre las tóxicas dinámicas que existen entre varios de los personajes de esta historia, las partes más memorables son los flashbacks al momento en el que Camille ingresó al hospital por el daño que se hacía cortándose la piel. Ahí, la reportera conoció a una chica llamada Alice, con quien compartía esta adicción y quien terminó convirtiéndose en lo más cercano a una amiga para ella.
En algún punto de su estancia en el hospital, Alice le pregunta a Camille si las cosas mejoran cuando eres grande, pero la protagonista responde negativamente: “Sólo sobrevives”, le dice. Con la intención de alegrarla un poco, Camille sale del cuarto para buscar a la enfermera y pedirle el iPod de Alice un rato. Sin embargo, cuando ambas regresan a la habitación, Alice yace sin vida en el suelo. Profundamente lastimada, Camille escribe otra palabra en su antebrazo: “Fix”.
El jefe de policía podrá creer que las mujeres de Wind Gap no son capaces de cometer un asesinato, pero no podría estar más equivocado. Según lo que vemos en este capítulo, son ellas quienes siempre tienen el control de la situación, incluso cuando los hombres no se den cuenta.