Con el final del episodio de Supergirl y el resultado que vimos durante todo el mismo con Lex tratando de ayudar a su hermana, creo que quedó muy expuesto ante los ojos paranoicos del fan de series que le busca un pero al todo. Cuando comenzó esta temporada uno creía que la inteligencia artificial que Lena había creado iba a tomar control del proyecto usando los lentes de contacto de Andrea. Ahora, con todo eso “arreglado” parece que vamos para el mismo lado pero con Lex como maestro titeretero. Él es un personaje que siempre quizo full control del mundo y parece que lo que él quiere ofrecerle a la empresa es su carta de presentación en el mundo. Esto podría ponerlo en los ojos de todos pero sumado a la influencia mental que pueden llegar a tener gracias a Lena, podría controlar las mentes de todas las personas del planeta. Así que si bien su hermanita menor está feliz por la ayuda que está recibiendo, parece que es todo parte del juego de Lex Luthor.
Ya que hablamos de Lena podemos seguir el recap con ella. Esta semana avanzó un montón en su proyecto y logró poder usar a los presos como conejillos de india. Ellos igual quisieron hacerlo por lo que parece y terminaron siendo todos extremadamente buenos. Igual, todo terminó saliendo mal e hizo que la gente que “no tenía maldad” se le despierte la necesidad de ser eso. Por suerte, Lena logró solucionarlo, pero aunque esté bueno que “sean buenos”, mató cualquier tipo de rasgo que habría de la personalidad de la persona. Por ejemplo, nuestras experiencias hacen que seamos lo que somos, pero si no podemos aceptar esas cosas que vivimos como algo de lo cual tengamos que aprender, no sirve de nada. La realidad es que Lena está construyendo zombies y no se me ocurre ninguna manera de activar esto para todo el mundo porque habría muchos que no estarían de acuerdo. Entonces, lo único que puede hacer es obligarlos a ser zombies y eso está mal.
La otra mitad del plan requiere que la realidad virtual de Andrea funcione y en estos momentos hay algunas cosas que están en peligro así que necesitamos a Supergirl protegiéndola. Resulta que hay una persona en el mundo que creer que la realidad virtual puede ser un problema ya que hará que el mundo se esconda de los verdaderos problemas. Aunque duela aceptar esto, es verdad. El humano no está diseñado para evitar la realidad porque tenemos tendencia a destruirnos y si podemos vivir la perfección detrás de un avatar, hay muchos que no dudaríamos en hacerlo. Entonces, alguien lo hizo y sufrió las consecuencias. Pero la muerte de esta persona dejó a alguien con mucho dolor que no veía todo lo bueno que el VR estaba haciendo por la sociedad. El episodio se aseguró de empezar con alguien en silla de ruedas siendo feliz para que veamos las dos caras del problema y como siempre, la realidad es que el problema no es la tecnologia, sino que el humano no sabe controlarla.
Un detalle que no es menor pero que gracias a este capítulo descubrimos es que Andrea tiene sus poderes pero que no lo sabía, así que ahora tiene la oportunidad de hacer las cosas bien y quizás se puede hasta transformar en heroína cuando las cosas se compliquen. Pero la verdad es que estaba usando su elección para hablar de la peor que se hizo en la serie y no, no es que William y Kara le den una oportunidad a lo que estarían sintiendo. Lo peor que le está pasando a esta nueva etapa de Supergirl es Alex y el no saber qué está haciendo. En el principio de la temporada quería tener más citas y ese era su conflicto. Hoy no tiene al DEO porque se rindió y dejó de pelear. Ahora resulta que necesita un arma para sentirse capaz de hacer algo y como frutilla del postre se olvidó que quería ser mamá. Hoy Alex no es la que conocimos y quisimos, es una combinación de malas decisiones que se van a solucionar cuando Lex se vaya para Metropolis y ella tenga un espacio que ocupar. Por ahora sigue igual de perdida que los guionistas de este show que no pueden terminar de acomodarse a la nueva realidad.
