Los Winchester están alarmados ya que Jack cada vez está peor, es que ni siquiera Castiel es capaz de ayudarlo. Es por eso que deciden llevarlo a un hospital cuando las cosas empeoran pero es en vano, Jack no tiene nada que los médicos pudiesen resolver. El panorama es claro: Jack está muriendo.
Esto los tiene alarmados y angustiados, es que Castiel es quien lo explica de una manera acertada, es difícil perder un hijo. Y es que Jack, para los tres, es como su hijo. Volvemos a ver a Rowena quien viene ayudar, engañada y se niega cuando se entera que Jack es hijo de Lucifer pero finalmente accede.
El problema con Jack es que al ser mitad humano, mitad angelical su gracia era lo que mantenía el equilibrio. Todos comienzan a investigar qué es lo que pueden hacer para salvarlo, mientras que Dean decide escuchar a Jack y hacer lo que el quiere. Así es como comparten unos hermosos momentos, si muy padre e hijo.
Mientras tanto, Ketch consigue un chamán quien le provee a Castiel gracia de Gabriel y un conjuro que ayudaría a Jack. Rowena es la encargada del hechizo y si bien todo pareciera ir bien, finalmente las cosas se complican. Jack está muriendo, el chamán que brindó todo se niega a ayudar y Cas es claro, si Jack muere lo va a encontrar. Sabemos que los Winchester van a lograr salvarlo.
Por otra parte hubo dos momentos con Dean que fueron claros, si suponíamos que Miguel seguía en su interior eso lo confirmo. Por lo visto Miguel se hace presente en los momentos que puede obtener información.
Por último Nick sigue atacando a todos los que estuvieron involucrados en la investigación de la muerte de su familia. Finalmente obtiene un nombre que es Abraxas, la realidad es que Nick no puede escapar de la oscuridad de Lucifer. Es más pareciera que su plegaria lo trajo devuelta a la vida.
