El mundo está desierto, solo quedan Jack, Sam y Dean. Al encontrarse, Dean da la noticia que Castiel se sacrificó para salvarlo, algo que aún nos sigue doliendo. Los Winchester comienzan a pensar cómo logran resolverlo, pero están resignados, creen que rendirse será la única opción.
Se reúnen con Chuck, pero este no acepta la derrota, al contrario. Su rencor es tan grande como su ego, es por eso que les explica que este es su plan que vaguen por la tierra vacía, solos, en castigo de que no se arrodillen ante él.
Gran parte de este penúltimo episodio vemos a los Winchester bastante desolados y desesperanzados como pocas veces los vimos. Mientras Jack sigue sin entender qué pasa con él, y nosotros también. Poco a poco es Jack quien comienza a sentir que hay alguien más, alguien que Chuck no desapareció.
Salen a buscarlo, y vemos que lo primero que encuentran es un perro el cual hasta Dean quiere adoptar. Pero Chuck aparece para arrebatarles esa mínima gota de esperanza. Sin embargo ellos siguen buscando lo que Jack siente, hay alguien más aparte de ellos. Es así como llegan a una iglesia, específicamente la iglesia de San Miguel.
Uno de los hijos de Dios, el mayor, había logrado refugiarse aunque la mala noticia es que Adam desapareció igual que todos. Miguel explica cómo es que logró sobrevivir y deja en claro que está de su lado. Él intentó cuidar el lugar de su padre, pero entiende todo lo que hizo y no lo ayudará.
Al llegar al búnker intentan que el arcángel lea el Libro de la Muerte de Dios, pero es en vano solo la Muerte puede hacerlo. Lo increíble es que veremos a alguien devuelta y no, no es la vuelta de Castiel. Lucifer está devuelta con su humor y entusiasmo asegurando que el Vacío lo envió para ayudarlos.
Es Lucifer quien crea una nueva muerte para asegurar poder tener la información del libro, pero como suponíamos, era todo una trampa. Dios lo envió a él para engañar a los Winchester, esto hace que Miguel estalla de celos aunque intente ocultarlo. Veremos una nueva batalla entre estos dos hermanos celestiales para ver morir a Lucifer una vez más.
Parece que al fin los Winchester tienen un plan, realizará un hechizo para invocar una fuerza capaz de destruir a Chuck pero este debe realizarse en un lugar y momento determinado. Es así como comienzan a idear su plan.
Por un momento pensamos lo peor, cuando Chuck se hizo presente pensamos que ya nada sería útil para ir contra él. Además descubrimos que Miguel había traicionado a los Winchester. En ese momento vemos a Dios golpear con todas sus fuerzas a Sam y Dean, una y otra vez, pero ellos no se rinden. Nunca se rinden.
Sin saberlo llegamos al gran plan de los Winchester contra Dios. Ellos descubrieron lo que sucedía con Jack, él era un vacío de poder que absorbe todo a su paso. Es por eso que cuando Miguel asesinó a Lucifer, Jack comenzó a absorber poder y volvió a convertirse en el arma contra Chuck.
Sí, nuestro pequeño es quien salva el día y el mundo al absorber completamente los poderes de Dios. Y lo mejor, es que esta vez no vemos una muerte sino que Chuck obtuvo su propia medicina, luego de ser el ególatra y superpoderoso que jugaba con todos, deberá vivir su vida como un mortal. Sin clemencia, sin misericordia, sin ayuda, solo y olvidado.
El cierre del arco narrativo de esta temporada finalizó, no solo con la destrucción de Chuck sino con la llegada de un nuevo ser todopoderoso, como lo es Jack. Además de volver a traer a todos al mundo, deja en claro que seguirá su camino evitando cometer el error que Chuck cometió de meterse en la historia.
Por último las lágrimas nos desbordan cuando Sam y Dean llegan al bunker conscientes que son finalmente libres, además de recordar a cada una de las personas que quedaron a lo largo del camino. Despidiendonos de todo, ya sabemos que solo nos queda un episodio para despedirnos para siempre de los Winchester.
