Se terminó Teen Wolf. Después de seis años de compañía nos tenemos que despedir de esta serie que nos acompañó durante toda nuestra adolescencia. Es triste que hayamos tenido tan poco de Stiles, pero tuvo trabajos más importantes para hacer estos últimos dos años, entonces, lo tuvimos sólo en el inicio y volvió para darnos algunas risas junto con Derek en el final.
Estos últimos episodios estuvieron llenos de nostalgia porque de a poquito veíamos viejas caras volvieron a Beacon Hills. Los que más se valoraron fueron los de Peter y Deucalión, ya que trataron de llevar a Scott al lado oscuro. Pero igual esto era imposible porque ni siquiera mataron a Melissa, así que no tenía ningún motivo por el cual empezar a matar si no le mataron a nadie importante. Hubiese estado bueno que lo hagan cruzar esa línea, aunque sea como último recurso pero no.
No podrían haber elegido una mejor historia para cerrar con la serie. Siempre debería llegar el punto en el que la gente normal tenga miedo a los sobrenaturales, ya que aunque los hayan salvado más de una vez, murieron muchos por ellos. Son más fuertes, más rápidos, se curan de la nada, cambian de apariencia, pueden sacar dolos, meterse en tu cabeza, etc.
Estuvo todo muy bien llevado, el odio a Monroe, la motivación de los vecinos y todo se vio aumentado por el poder especial del gran villano de esta temporada, pero en cuanto al epílogo del capítulo tengo algunos sentimientos encontrados. Si bien me emocioné todo el discurso final y me encantó la idea de que Scott como un ángel guardián para lobos desolados. Me hubiese gustado un final más cerrado, así podemos cerrar la puerta definitivamente y seguir adelante.
Toda la sexta temporada estuvo centrada en la relación de Scott con Liam, su beta, y como él debía hacerse cargo de todo ahora que su Alpha y el resto de la manada se irá. Entonces, la idea que veníamos viendo me encantaba porque todo parecía que iba a terminar siendo un pase de liderazgo, con Liam a cargo de su nueva manada. Pero eso tampoco lo terminaron de contar y ahora tenemos a él con Scott y el resto en esta batalla interminable con Monroe.
En líneas generales, el último año me gustó mucho. Mi temporada preferida sigue siendo sin dudas la tercera y este último tramo me gustó bastante, pero no se la jugaron con nada y dejaron las puertas abiertas para volver si MTV tiene ganas de convencerlos. Dicen que se vienen algunos spin-off de la serie, pero no se sabe mucho. A mí me gustaría que sigan contando la historia de Liam y su manada, porque ellos demostraron que se pueden poner la serie en sus espaldas.