Con la ayuda de Angela, se comienza el rito de exorcismo: esta vez sí se hará todo lo posible para liberar a Casey del demonio que la posee, el cual esperaba con ansia la presencia de su madre.
El demonio cada vez gana más terreno en la contienda, consumiéndola a la joven cada vez más.
Las noticias por lo descubierto por el padre Bennett ya están circulando en toda la ciudad. Nuestro querido Rambo (como lo bauticé) recurre a contarlo y curarse con las personas que le recomendó Marcus para confiar en lo que se esta tramando con el plan maléfico de algunos ante la llegada del Papa. Luego le cuenta todo lo sucedido a su superior en quien confía.
Volviendo al exorcismo, la lucha continúa, pero en un impass, como hablando con las mentes, Angela y el demonio que posee su hija se remontan al pasado de la señora Race donde comenzó la conexión: resulta que ella, al ser manipulada por su madre, se la pasaba encerrada jugando a la OUIJA, donde invocó sin darse cuenta a este demonio, que resultó ser un guardián del zoológico que ella frecuentaba.
Preocupados por lo acontecimientos, el padre superior y Bennet piensan tomar cartas en el asunto para no complicar la visita del santísimo pontífice. Lo que no se sabía era que el padre superior también está involucrado y por ello lo mata por medio de sus guardias, ya que es un obstáculo a las causas maléficas.
Para rematar este capítulo y dejarnos más atónitos, Angela vuelve a ser poseída. ¿Resultado? Mata a su madre sin dudarlo.
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