¡Es viernes y Baby Yoda lo sabe! Tenemos un nuevo episodio de The Mandalorian y seguro que los fanáticos de Star Wars están muy contentos con el de esta semana, ¿verdad?
En el episodio anterior vimos a Mando y a The Child emprender el viaje para encontrar a Ahsoka Tano, pero, como dijimos la semana pasada, la Razor Crest había visto días mejores. En medio de la inmensidad del espacio, la buena nave de Din Djarin deja de funcionar y, a pesar de que Mando pone a su mejor hombre a repararla (Baby Yoda, por supuesto, ¿quién más?), los resultados no son los deseados. Es por esto que Mando toma la decisión de hacer una parada técnica en Nevarro para poder dejar su nave en manos de gente en la que confía: Cara Dune y Greef Karga.
Todos están muy contentos de volver a verse y Nevarro realmente ha florecido desde la última vez que la vimos. Cara Dune es ahora el alguacil del lugar, mientras que Greef Karga se dedica a la parte más política, junto a Mythrol(a quien recordamos como el receptor de la frase que lanzó a la fama a Din Djarin: “I can bring you in warm… Or I can bring you in cold“), quien está pagando sus deudas con trabajo. Ya que Mando va a tener que esperar un buen tiempo por las reparaciones de la Razor Crest, Greef Karga y Cara Dune ven la oportunidad de sumarlo a una misión para desarticular la última base imperial que queda en Nevarro. Supuestamente, la base está casi vacía de soldados, pero repleta de armamento que necesitan destruir antes de que el mercado negro ponga su ojo allí y se desate el desastre.
Para que Mando pueda sumarse a la misión, deben encontrar primero un buen lugar para dejar a Baby Yoda. ¿Y qué mejor que el antiguo bar destruido en la primera temporada, ahora reconvertido en escuela con un profesor droide? Los niños se enternecen al ver a Baby Yoda (¿quién no?), pero así y todo su compañero de banco más cercano no parece dispuesto a convidarle a nuestro pequeño jedi un macaron de los muchos que tiene en su paquete. Claro, todos conocemos los poderes y la gula de The Child, quien decide usar la fuerza para robarle el paquete y comer de la forma más adorable que puede existir en este mundo y en cualquier otro.
Con Baby Yoda asegurado, Mando, Cara Dune, Greef Karga y Mythrol se dirigen a la base imperial y aquí es donde el viaje de este episodio se vuelve maravilloso y nos recuerda a lo mejor de Star Wars. Por supuesto, la base no estaba tan desprotegida como le hicieron creer a Mando, pero afortunadamente, nuestro héroe está acompañado por otros dos personajes bien badass y… bueno, por Mythrol, que está bastante asustado pero cumple su rol. Se enfrentan a una buena cantidad de Stormtroopers mientras intentan llegar a la sala de control donde podrán apagar la refrigeración del lugar y dejar que se inunde de lava, logrando su destrucción total.
Una vez que consiguen desactivar la refrigeración y tienen unos pocos minutos para escapar antes del desastre, descubren que la famosa base no es sino otra cosa más que un laboratorio. Allí, a través de un holograma enviado por el Dr. Pershing (a quien también conocimos en la primera temporada), nos enteramos de que la muestra de sangre que le sacaron a Baby Yoda la utilizaron para transfusiones, intentando crear clones con altas cantidades de midiclorianos. Por suerte, el intento falló (los sujetos de prueba no resistieron) y, según Pershing, necesita más sangre del donante (es decir, Baby Yoda) para poder seguir investigando. ¿A quién iba destinado ese mensaje? A Moff Gideon, claro, y es así como Mando se entera de que su enemigo sigue vivo y, probablemente, aún persiguiendo a Baby Yoda. Como padre protector que es, Mando sale volando de la base para rescatar a su pequeño, dejando a Dune, Karga y Mythrol para que terminen el trabajo.
Por supuesto, lo logran, previa batalla contra unos cuantos Stormtroopers a bordo de speedsters y, luego contra unas naves de caza TIE, que terminan siendo derrotadas por la flamante Razor Crest que, ahora sí, se ve como nueva. El episodio parece terminar en alegría, hasta que nos enteramos que los mecánicos de confianza de Greef Karga le implantaron un rastreador a la Razor Crest y ahora Moff Gideon puede seguir los pasos de Mando y The Child.
En Nevarro, las fuerzas de la Nueva República se hacen presentes y parecen sospechar de Greef Karga cuando se hace el desentendido acerca de la Razor Crest que se supone que aterrizó en su ciudad, pero también compartir un momento con Cara Dune, a quien reconocen como sobreviviente de Alderaan y quieren recuperar para la lucha. Cara se niega, pero el Capitán Carson Teva (a quien ya vimos en el Capítulo 10) le deja una insignia que parece prometer colaboraciones entre ambos.