Ya es un hecho que el campo de concentración está cerrado por lo cual comienza le éxodo de los habitantes a sus diferentes destinos, pero de esa alegría de no pertenecer mas allí se encuentran que ya no poseen nada de lo que tenían previamente al encierro.
En una noche Henry que vive amontonado junto a otros japoneses recibe a media noche el llamado de Chester pidiéndole perdón y ayuda para tener su hijo.
Más allá que quedaron cicatrices sin cerrar pro el dolor del alejamiento deben estar juntos, ya que Chester le cuenta a sus padres que Yuko está cerca y viene por el bebé de Luz.
Saben que ella está cerca, y para protegerse, tienen como código la famosa canción de niños, para poder abrir la puerta, ya que son visitados habitualmente por el cura del pueblo, hasta que un día, el padre es posesionado por Yuko y logran detenerlo para seguir escapando a una vieja base militar.
En ella nace el hijo de Luz y Chester, el bebe no llora ni hace nada, todo indica que Yuko está en él, la abuela lo agarra para exorcizarlo pero ahora Yurai transmuta a ella, pero logran detenerla, a su cuerpo no así su espíritu que ahora pasa en último momento a Luz.