Silence the Whisperers, el cuarto episodio de la décima temporada de The Walking Dead, se presentó como un nuevo episodio de transición pero que para los fanáticos del cómic dijo no mucho sino MUCHÍSIMO más.
Sí: a partir de aquí habrá algunos spoilers del material original.
El episodio es sencillo en sus tres tramas principales, y la última dará mucho de qué hablar. Por un lado, tenemos la situación de Hilltop, con un Ezekiel totalmente ido mentalmente, frustrado por su amor no correspondido con Carol y viendo que la comunidad que ahora semi lidera está decayendo. De allí se desprende que Magna y su grupo sea ahora bastante responsable de lo sucedido en lo que fue bastión de Maggie.
Todo se complica en ese lugar cuando un árbol cae sobre la muralla y la amenaza de invasión caminante está a centímetros. Ezekiel escapa para suicidarse; en su camino es cruzado por Michonne, quien lo convence de no hacerlo. Y allí el famoso beso que vimos en el tráiler a la presente temporada: no hay nada entre ellos. Dejamos de sufrir.
En Hilltop, como dijimos antes, Magna y los suyos se hacen cargo del enfrentamiento contra la amenaza zombie y vemos ciertas rispideces entre ellos. Finalmente, los caminantes son detenidos con la ayuda de Michonne y Ezekiel que llegan justo a tiempo. Luego, la “viuda” de Rick se dirige a Oceanside ya que allí también son atacados por hordas extrañas. Antes de ello, la morena se comunica con Alexandria (precisamente con Daryl) y le dan el parte de lo sucedido con Negan y Lydia, la segunda trama en la que se hace foco en el episodio.
Lydia en Alexandria es mala palabra: nadie la quiere. Bah, “nadie”: casualmente Daryl y Negan la soportan, cada uno a su manera. Un grupo de habitantes de la zona segura le juegan un par de malas pasadas a la hija de Alpha. Uno de esos momentos poco agradables es una paliza. Ella, indefensa, está por quedar destrozada en el piso: llega Negan, la salva y, sin intención, mata a una de los atacantes. Por supuesto, esto arma revuelo en Alexandria: una votación del núcleo duro de la comunidad debe decidir qué hacer con el ex enemigo (en un movimiento muy estratégico Michonne, por radio, apoya a Lydia y, por lo tanto, a Negan). Y así empieza la tercera trama, enfocada especialmente en Negan.
El ex líder de Los Salvadores desaparece de su celda, y es Lydia quien lo deja libre. Esta tercera arista de la historia es importante si la relacionamos con el cómic: Negan se va de Alexandria para quedarse con Los Susurradores; se hace muy cercano a Alpha; la mata. ¿Será que la serie seguirá esa línea? De ser así, los fans del cómic felices. ¿Pero y los televidentes? Veremos.
Como bonus, algo que está ya molestando por la demora en la resolución: que digan por favor qué sucede con Siddiq y esa ¿culpa? que vive cada vez que ve a un alexandrino sufriendo. Queremos saber si entregó a los suyos o no para que Alpha los mate y los deje en las picas.