El Papa amenaza con tomar medidas extremas en las entrañas de la Iglesia. Voiello sabe que esto puede desatar un gran escándalo y no está dispuesto a permitirlo.
El Cardenal Voiello se encuentra desesperado por el mal que está desatando en su lucha contra Pío XIII, pero su preocupación queda en segundo plano cuando encuentra una nueva forma de ataque. Esther, la mujer que sostuvo al Papa cuando sufrió un colapso, ha sido investigada por el Padre Amatucci. Voiello la llama para hacer un trato con ella a cambio de no revelar su aventura con Valente, el asistente personal del Papa.
Los encuentros entre Esther y Pío XIII aumentan, parece que ella ha quedado maravillada con él desde su escandalosa homilía. Poco a poco, su relación va progresando, al punto que el Papa se percata de la infertilidad de ella y por eso su cercanía a la Fe.
Crédito: HBO
Después de la visita de la Primer Ministra de Groenlandia al Estado del Vaticano y de haber presenciado como el asistente de la Primer Ministro tenía pasmados a un grupo de Cardenales, Pío XIII está decidido ha erradicar con cualquier figura de la Iglesia que sea homosexual, y además, también pondrá cartas en el asunto de la pedofilia que se vive en Estados Unidos.
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Las medidas apropiadas por el Papa son tomadas por sorpresa para Voiello, el cual esparce el rumor entre los residentes eclesiásticos del Vaticano, los cuales se confiesan con Don Tomasso de ser todos unos “misóginos“. El Papa se entera de ello por el mismo Tomasso y sabe que Voiello no ha cesado a su cacería hacía su persona, a pesar de haberse mostrado más amigable.
La repentina atracción que tiene Esther hacía el Papa es una trampa comandada por Voiello, el cual le exige a ella ser más certera en su trabajo y además le revela que el Papa es un hombre con muchas dudas en su Fe, que los rumores así lo revelan.
Un programa de televisión italiana transmite una entrevista con un señor que tiene los estigmas de Cristo y el cual suplica al Papa reconocerlo como un ente milagroso. Pío XIII le pide al Cardenal Gutiérrez cubrir el asunto de Kurtwell, sobre el abuso a menores, pero él tiene miedo de no cumplir las expectativas del Santo Padre.
