Episodio 6

Han pasado 9 meses, y los cambios que ha propiciado el Papa están teniendo consecuencias como la falta de recursos económicos dentro del Vaticano, Voiello le comenta a Pío XIII que los fieles no se sienten identificados y por lo mismo sus donaciones han bajado, lo cual pone en riesgo la estabilidad de la vida que llevan; esto no preocupa al Papa, ya que se siente seguro que tarde o temprano, todo regresará a la normalidad, siendo un camino lógico lo que están viviendo.

El Papa, por fin ha declarado oficialmente al encargado del caso Kurtwell, el Cardenal Gutiérrez no se siente cómodo con su nuevo puesto e incluso siente temor de separarse de la cual fue su casa por tanto años, la Santa Sede. Al mismo tiempo vemos que el Cardenal Andrew Dussollier regresa a Honduras a despedirse de su Iglesia para tomar el nuevo puesto ofrecido por Lenny, pero su despedida va más allá de un emotivo discurso durante la misa, también lo vemos mantener una orgía con una mujer y un hombre, los cuales lloran su partida.

El milagro ha sucedido y vemos a Esther dar a luz a un niño, su infertilidad parece haber sido curada por el Papa, el cual va a visitarla a la clínica, para conocer y llevarle un presente al recién nacido. Mientras Pío XIII está cargando a Pío, nombre de la criatura, es llamado tempestuosamente por Valente, su ayudante, para avisarle que le espera una reunión con el primer ministro de Italia, el susto provocado por tan repentino llamado hace que el Papa suelte el bebé y sienta mucha pena por ser protagonista de tan espantoso acto.

En el Vaticano, el primer ministro italiano es puesto en aviso que el Papa tiene fama de ser más un diablo que un santo, cosa que no le preocupa a este. La reunión entre estos dos líderes saca chispas, ya que el Papa pretende dominar al primer ministro el cual no está del todo contento con ello y busca de cualquier manera no salir mal parado de ese encuentro, pero su arrogancia contra la astucia de Pío XIII es algo que no puede permear y termina siendo terriblemente amenazado por el líder de la Iglesia Católica.

El Primer ministro asegura, ante la prensa, haber tenido una dialogo fortuito con el Papa, sólo con leves diferencias y que está dispuesto a luchar por medidas más abiertas. Voiello se siente preocupado del poder que pueda ejercer el Estado contra la Iglesia y pide el permiso de Pío XIII para reparar relaciones, pero Lenny está convencido de su estilo para gobernar y sabe que el uso de la mano dura es lo que en verdad se necesita.

Una ley promulgada por el Santo Padre que dice que cualquier candidato a sacerdote que no cumpla con su voto de castidad y tenga tendencias homosexuales no será digno de ser participe de elección, comienza a causar controversia. Andrew se niega a aceptar tal imposición. Mientras tanto un joven es rechazado por esta misma ley. Una orden de párrocos llegan al Vaticano para reunirse con el Papa y pedirle su renuncia, ya que no están de acuerdo con su forma de gobierno, él los amenaza con quitarle todo si no acaten sus ordenes.

Voiello es visitado por un capitán de la policía, el cual se encuentra investigando un allanamiento a la casa de Tonino Petolla, un predicador que dice haber visto a la Virgen María. El capitán Becchi le comenta al Cardenal que Petolla ha desaparecido después de una visita de altos jerarcas del Vaticano, incluido el mismo Papa, con la intención de intimidarlo para que dejara de predicar y no robara la atención a la Iglesia. Voiello niega que eso sea cierto y que la desaparición no es responsabilidad de ellos.

Los rumores sobre las practicas sexuales de Andrew parecen haber llegado hasta Roma y mientras se encuentra cenando recibe una propuesta por parte de una mujer muy guapa, a lo lejos esto observado por un joven el cual se le acerca a Dussollier para reclamarle que por su culpa no ha sido aprobado como candidato para el sacerdocio. Andrew se siente desconsolado por este hecho y se refugia en la Hermana María. A la par ese joven que le reclamo decide acabar con su vida de la tristeza que le provoca no haber sido elegido.