ADVERTENCIA: Antes de ver el episodio debes estar preparado con una caja de pañuelos desechables para llorar inconsolablemente. Hasta el creador de la serie nos advirtió previo a la emisión de este episodio.
Es obvio que si sigues This Is Us con regularidad, sabrás que la advertencia está de más, pero como nos vamos acercando al final, la serie comienza a cerrar ciclos y vemos como las historias comienzan a mostrarnos su conclusión de esta temporada, para dejarnos abiertas algunas líneas para las siguientes temporadas. Por ello en este episodio conocemos el pasado de William, el padre biológico de Randall.
Una semana después de haber superado su crisis nerviosa, Randall emprende un viaje, junto a su padre con rumbo a Memphis, ciudad de donde es originario William y que está decidido a reencontrarse con su pasado y a la vez mostrarle a su hijo quién es y de dónde viene. Beth no está contenta con la decisión, pero acepta la voluntad de su esposo y el padre de este.
Camino a Memphis, William pregunta por Jack y su mítica figura, Randall describe a su padre y toma un pequeño desvío para poder visitar el parque donde se encuentran las cenizas de este. A la llegada al lugar, William le agradece a Jack por haber sido el padre de su hijo.
Flashback: En el pasado de William vemos que desde su niñez creció a lado de su madre, ya que su padre perdió la vida en la guerra antes de que él naciera. Años más tarde, ya siendo un adulto joven, la madre de Randall tiene que mudarse a Pittsburgh para cuidar a su madre, abuela de Randall. Durante ese tiempo, Randall usa su tiempo para avanzar en su carrera como músico junto a su primo Ricky.
William está destinado a tener éxito con su banda, pero una llamada de su madre, la cual se encuentra muy enferma, lo lleva a poner pausa a su carrera musical e ir a Pittsburgh a cuidarla.
De regreso al presente, William y Randall continúan con su viaje hacía Memphis después de haber pasado la noche en un hotel de paso. En su llegada a Memphis, William vuelve a la casa donde creció y le muestra a Randall parte de su pasado. Después de ello hacen un paseo por la ciudad hasta llegar a “Melvin’s Place“, el lugar donde tocaba junto a su banda, donde se reencuentra con su primo Ricky, quien le reclama por nunca regresar.
William se siente triste por el rechazo de su primo y le cuenta el porqué de su desaparición. Cuando él llegó a Pittsburgh a cuidar a su madre, conoció a Laurel, la madre biológica de Randall, de la cual se enamoró y pasaba mucho tiempo con ella y su madre, pero a la muerte de esta última se refugió en la droga. Lo cual lo hizo convertirse adicto y olvidar su carrera musical.
Después de haber contado su historia, William se dispone a abandonar el bar, pero Ricky le pide tocar una última vez juntos. La alegría de volver a tocar se ve reflejada en la cara de William y Randall se siente feliz, también, de ver tan contento a su padre y de haberse encontrado con familia que no sabía que tenía.
"The two best things in my life were the person at the very beginning and the person at the very end
A la mañana siguiente, Randall lleva a su padre al hospital, ya que William está agonizando. Aunque Randall no lo quiere aceptar, el médico le hace ver que no hay nada que hacer y que el final es inminente. William le pide a Randall no hacer más, dejarlo todo como está; ya que él sabía que su enfermedad estaba a punto de llevarlo a su final y por eso había preparado el viaje para reencontrarse con su pasado y a la vez enseñarle a su hijo una gran lección de vida.