Parte 7

Las secuencias surrealistas ilustradas por los viajes dimensionales de Cooper y la Logia Negra, han ido perdiendo preponderancia durante los últimos capítulos. En esta séptima entrega, David Lynch propone cautivar a los fanáticos de la serie noventosa evocando la atmósfera misteriosa del pueblo de Washington que tanto ansiábamos ver. La mayoría de las escenas de este episodio ocurren en Twin Peaks y algunas poseen ese espíritu de drama de telenovela con la que Lynch le gustaba jugar. Por otro lado, la participación de Dougie/Cooper ha pasado a un segundo plano y no podemos negar sentirnos un poco aliviados. Las intrigas siguen su curso y gracias a la llegada de Diane y de clásicos personajes como el doctor Hayward (interpretado por el entrañable Warren Frost, otro de los actores que pudo grabar sus escenas antes de fallecer este año), los protagonistas ya no tienen dudas de que hay dos versiones de Cooper dando vueltas sobre la tierra. Habrá que seguir esperando un poco más para que las piezas de los distintos arcos argumentales terminen unificándose, mientras tanto, cada nuevo detalle puede convertirse en una clave fundamental.  

En el final del episodio anterior, vimos como Hawk (Michael Horse) encontraba aquel objeto perdido que la Dama del Leño indicó que debía buscar. Como suponíamos, se trata de 3 de las 4 hojas faltantes del diario de Laura Palmer. Hawk le enseña dichos papeles al sheriff Frank Truman (Robert Forster) y éste lee uno de los párrafos: “Esto me llegó en un sueño anoche: ‘Mi nombre es Annie. He estado con Dale y Laura. El buen Dale está en la cabaña y no puede marcharse. Anótalo en tu diario’”. Ambos oficiales sospechan que Leland Palmer pudo haber sido quien escondió las páginas en el baño del Departamento del Sheriff, ya que en una de ellas Laura daba a entender que sabía quién era en realidad Bob. Durante la conversación, Hawk recuerda que Harry Truman vio a Annie salir esa noche con Dale Cooper (Kyle MacLachlan) de la cabaña y que luego, junto con el doctor Hayward, lo llevaron al Hotel Great Northern para examinarlo. Horas después de aquel suceso, el agente desapareció del pueblo.

El sheriff Truman se comunica con su hermano Harry para interrogarlo sobre lo ocurrido la última vez que vio a Cooper, pero, al parecer, la enfermedad del antiguo sheriff ha empeorado y Frank decide no fastidiarlo con asuntos del pasado.

Truman telefonea al doctor Will Hayward (Warren Frost), el otro testigo que presenció las últimas horas de Cooper en Twin Peaks. Notamos que la antigua oficina del sheriff ahora posee una pantalla led debajo del escritorio y Frank invita a conversar al anciano doctor mediante Skype. El médico comenta que aquella mañana en el hotel, Cooper actuaba de una forma muy extraña y resolvió trasladarlo al hospital. Allí, mientras se ocupaba de otros casos, vio al agente saliendo de Cuidados Intensivos para luego retirarse definitivamente. Según el doctor, Cooper podría haber visitado a Audrey Horne, quien en ese momento se encontraba en coma luego de ser víctima de la explosión en el Banco.

La teniente enviada por el Pentágono llega a Buckhorn tras la alerta de las huellas dactilares del Mayor Garland Briggs. El detective y la forense muestran a la teniente Cindy Knox (Adele René) el cuerpo sin cabeza, aparentemente de Briggs, donde encontraron las huellas. Sin embargo, hay algo que no encaja, ya que el cuerpo es de una persona que murió hace unos cinco o seis días y tendría cerca de 50 años, cuando el Mayor debiera tener más de 70 en la actualidad.

Mientras Cindy se comunica con el coronel Davis, vemos como la cámara muestra de fondo a un extraño y oscuro sujeto caminando por el pasillo de la morgue.

Cuando Albert Rosenfield (Miguel Ferrer) vuelve de ver a Diane (Laura Dern) en el bar, el agente Gordon Cole (David Lynch) se entera que no le ha ido para nada bien, puesto que la ex secretaria de Cooper no tiene ningún interés en saber nada sobre él. A pesar de la actitud de Diane, Gordon insiste en convencerla y junto con Albert la van a visitar a su casa. Allí, los agentes la ponen al tanto de que Dale Cooper ha reaparecido en una prisión federal de Dakota del Sur y que algo raro ocurre con él. Tras una charla para nada agradable, la misteriosa mujer definida por Cooper como una mezcla entre una santa y una cantante de cabaret, acepta viajar con ellos.

Antes de hablar con Evil Cooper mediante cámara gesell, Diane Evans deja en claro las condiciones: 10 minutos como máximo y deben estar a solas. Al reencontrarse con el doppelganger de Cooper, la mujer le echa en cara algo que sucedió la última vez que se vieron, una noche en su casa. “Siempre recordaré esa noche” expresa Cooper/Bob. Diane le exige que la mire a los ojos y luego, aterrorizada, baja la persiana.

“Ese no es el Dale Cooper que yo conocía. No es que haya pasado el tiempo o que el haya cambiado, o como luce. Es algo que definitivamente no está aquí”, afirma Diane, entre lágrimas, al agente Gordon.

Cooper/Bob se reúne en la oficina del alcalde Murphy para hablar sobre el desconocido hombre apodado Strawberry. “Ese perro tenía cuatro patas. Encontró una en mi maletero. Las otras tres se fueron con la información en la que está pensando ahora”, le comunica Bob al alcalde. Evil Cooper nombra a un tal Joe McCluskey y le pide al asustado Murphy un auto y un arma para huir de la prisión a la madrugada junto con Ray Monroe. Bob le asegura al alcalde que no lo volverá a ver y que nadie se enterará de Joe ni del fallecido Strawberry.

Janey-E (Naomi Watts) pasa a recoger a Dougie/Cooper por el edificio de Lucky 7. Cuando entra a la oficina de su esposo, se encuentra con un grupo de detectives interrogando al desconcertante Dougie sobre su auto. Furiosa, Janey-E termina haciéndose cargo de la situación y explica a los oficiales que probablemente haya sido robado. Uno de los agentes informa a la mujer que el vehículo estuvo involucrado en una explosión donde murieron varios hombres, dato que a Janey parece importarle muy poco.

A la salida de la empresa de seguros, el enano asesino conocido como Ike ‘The Spike’ Stadtler se hace presente para completar la misión de matar a Dougie. Pero Cooper, quien no ha perdido del todo sus reflejos, se percata antes de tiempo y logra desarmar al sujeto. En aquel instante aparece la Rama de la Logia Negra, en versión reducida y exclamándole a Cooper que le apriete la mano a ‘The Spike’. El enano escapa y al llegar la policía encuentra el arma con los restos de piel.

En el Hotel Great Northern, Beverly, la secretaria de Ben Horne (Richard Beymer), le manifiesta escuchar un zumbido extraño que procede desde diferentes ángulos de la oficina. Mientras tratan de detectar el origen del sonido, la mujer le comenta a Ben que llegó del correo una antigua llave del hotel. Se trata de la llave de la habitación 315, donde se hospedaba Cooper y que Jade, la prostituta que estuvo con Dougie, encontró en su coche.

Al llegar a su casa del trabajo, descubrimos que Beverly está casada con Tom Paige (Hugh Dillon), un hombre enfermo, aparentemente de cáncer, que anda en silla de ruedas y teme que su mujer lo esté engañando.

En una de las últimas secuencias en el Bang Bang Bar, observamos a Jean-Michel Renault, el proxeneta Renault de turno, hablando por teléfono sobre un cliente que le debe dinero. Jean-Michel dice que le envió dos prostitutas rubias y al parecer, eran menores de edad. 25 años después del asesinato de Laura Palmer, el tráfico de adolescentes persiste en un pueblo cuya montañas y casas de madera resultan casi tan característicos como su misoginia.