Sin lugar a dudas estamos en presencia de un episodio revelador sobre los orígenes mismos de Wayward Pines y es impresionante el saber quien fue la arquitecta de todo el pueblo: Rebecca Yedlin. Esa mujer que parecía ocultar tantos secretos terminó siendo la misma que puso sus conocimientos a disposición de Pilcher para la creación de esta nueva arca que albergó a las nuevas generaciones encargadas de repoblar la tierra luego de la llegada de los abbies.
De modo que Rebecca no es un habitante ajeno al nacimiento de esta nueva generacion sino la propulsora material del mismo. Con la responsabilidad que esto conlleva.
Por otra parte el abbie que apareció en Wayward Pines resultó ser una hembra y en lugar de darle muerte comienzan los estudios sobre su cuerpo. A diferencia de los que hemos conocido hasta ahora, hay un dejo mucho más humano en sus facciones y una calma que claramente los diferencia de sus semejantes del otro lado del muro.Obviamente Megan desea realizar estudios sobre ella, sin ningun tipo de límite bioético, pero para tratar de limitarla y establecer protocolos tendremos a Theo Yedlin, aunque sabemos que no será para nada fácil.
El choque es inminente y por ahora Megan parece salirse con la suya, pero mientras en el laboratorio todo parece estar en calma del otro lado de la muralla algo siniestro comienza. Los abbies, totalmente organizados y con antorchas intentan incendiar los campos, los mismos que han sido cuidadosamente cultivados por tanto tiempo.
En el laboratorio los abbies cautivos parecen excitarse como si tuviesen algún tipo de conexión telepática con los que afuera destrozan los cultivos. Sin lugar a dudas un episodio bisagra dentro de esta temporada, que derriba nuestra creencia sobre el salvajismo de los abbies y la idea rústica que teníamos sobre ellos.