Esta temporada se centró un poco más en Gretchen pero en este capítulo es tiempo de ver a Jimmy en acción. La familia de él viene a Los Ángeles de visita y no es algo que disfrute mucho. Además luego del episodio anterior su novia volvió a tener un nuevo bajón de ánimo.
Llegan a la casa y todo lo que sabíamos era que eran un grupo de Hooligans de clase media despreciables y gracias a este capítulo pudimos confirmarlo.
Jimmy siempre buscó la aceptación de sus hermanos y de sus padres. En esta oportunidad cuenta sólo con la presencia de su padre ya que se separó de su madre. Su hermana menor es simpática pero las otras dos…
Gretchen no está en condiciones de atender a nadie, la depresión le pegó fuerte esta semana y hace lo que puede. Edgar hace cosas de Edgar y saca a la hermana menor de su compañero de hogar a conocer Los Ángeles.
Jimmy tiene un momento a solas con su padre en el que él le comenta que leyó su libro, le dice que está bueno y que está muy orgulloso de él. También le dice que no es necesario que se ate a una chica de por vida y que a la larga nunca funciona.
Esa charla de bar sirvió para que nuestro protagonista pudiese estar mejor consigo mismo, con su familia y para que se vaya a tomar tragos con una chica que no es Gretchen y que lo escucha. Habrá que ver cómo sigue la relación pero ojalá nunca se separen.