La autenticidad en la representación LGBTQ+ del cine y la televisión es un tema que ha generado bastante controversia en los últimos años. Y es que muchos espectadores ahora se preguntan si es correcto que un actor que se identifica como heterosexual, interprete a un personaje queer en una industria donde a las personas LGBTQ+ aún se les discrimina y se les ofrece menos roles. Como mujer bisexual, estoy consciente de que no hay una única respuesta a esta pregunta, pero creo que es necesario que todos entendamos la raíz del problema y encontremos una solución que no limite el arte y a los artistas.
¿Solo los actores LGBTQ+ deberían interpretar a personajes LGBTQ+?
Principalmente, creo que esta conversación se ha generado porque es evidente el número de actores heterosexuales que han interpretado a personajes queer en las últimas dos décadas, y han ganado el reconocimiento del público y diversos premios, como por ejemplo Cate Blanchett en Tár, Ewan McGregor en Halston, Olivia Colman en The Favourite, Sean Penn en Milk, Rami Malek en Bohemian Rhapsody, Mahershala Ali en Green Book, Jared Leto en Dallas Buyers Club, Darren Criss en The Assassination of Gianni Versace: American Crime Story, Brendan Fraser en The Whale y un largo etcétera.
Claramente se puede notar un patrón: las historias LGBTQ+ que ganan premios en Hollywood no tienen actores queer como protagonistas. Esto se podría justificar argumentando que tal vez estos actores eran los “más adecuados” para el trabajo. Y sí, creo son grandes actores, y tal vez los directores de casting vieron algo en ellos que era único para la historia y el papel. Pero también como persona queer me surgen dos dudas: ¿acaso no hay actores LGBTQ+ igual (o más talentosos) que ellos ahí afuera? ¿Por qué las historias LGBTQ+ siempre son protagonizadas por gente que no es de la comunidad?
A mí parecer, ese es el principal problema, Hollywood hace dinero con nuestras historias, pero no permite (en un gran número de casos) que formemos parte de ellas. Como consecuencia, llegan a la pantalla chica y grande historias LGBTQ+ centradas en el sufrimiento de ser queer, llenas de estereotipos y prejuicios hacia la comunidad.
Por otra parte, el contratar actores LGBTQ+ para papeles LGBTQ+ tendría otra ventaja: la representación, no solamente dentro de la historia, sino fuera de ella. Niños, jóvenes y adultos queer sabrían que no están solos y que así como esos actores, pueden triunfar. Además, los actores queer tendrían una gran plataforma y exposición para hablar de los derechos LGBTQ+. Mientras que los actores heterosexuales en papeles queer aunque hablen a favor de la comunidad, no tienen ese mismo impacto.
Sin embargo, el contratar sólo actores LGBTQ+ para papeles LGBTQ+ trae otro problema sobre la mesa. Y es que me parece inapropiado, injusto y problemático que la orientación sexual de un actor determine si le darán un papel o no, pues al final del día la actuación se trata de ponerse en los zapatos del otro. No necesitas ser un narcotraficante o un asesino en la vida real para interpretar a uno (aunque suene bastante extremista mí comparación). Entonces, no tendrías por qué ser queer para interpretar a un personaje queer.
Pero el principal motivo por el cual me resulta inapropiado el casting con base a la orientación sexual es que no sabemos si ese actor se sentirá cómodo compartiendo su sexualidad en su trabajo y con el resto del mundo. Y es que vivimos en una época donde los espectadores exigen a los famosos (sólo por ser famosos) saber todo sobre su vida, incluyendo su sexualidad. Por ejemplo, Kit Connor de Heartstopper recibió muchas críticas por interpretar a un personaje queer en la serie de Netflix sin serlo él, al menos públicamente. Esto llevó a que lo sacaran del clóset forzadamente. Connor no pudo hacerlo bajo sus propios términos y tiempo por culpa de los espectadores que no querían a un actor heterosexual en un papel queer. Sinceramente, no creo que debamos exigir representación y autenticidad a costa de la privacidad y seguridad de los actores, solo porque eso nos parece lo correcto.
Entonces, ¿cuál sería la solución? Yo creo que se trata de encontrar un equilibrio. Contratar actores LGBTQ+ no solo para papeles LGBTQ+, sino también para papeles heterosexuales y viceversa, en la misma cantidad, por supuesto. Además de que siempre se contrate a directores y guionistas LGBTQ+ para contar nuestras historias. Realmente creo que importa más cómo se escriben y se dirigen estos proyectos, que la orientación sexual de los actores.
Es en el guion y la dirección donde se puede crear una buena representación de nuestra comunidad y donde podemos contar nuestras historias desde nuestra propia perspectiva. Ya lo dijo recientemente el director Pedro Almodóvar: “La esencia de la actuación es, de hecho, fingir, ser alguien distinto de quien eres, incluso en tu propia esencia. Esa es la esencia de la actuación. Así, por ejemplo, absolutamente un actor heterosexual puede interpretar a un personaje homosexual y viceversa. Si Hollywood está tan obsesionado, como lo está ahora, con representar a las minorías, ya sean latinos, asiáticos o discapacitados, deberían contratarlos para escribir” (vía).
