Cuando se trata de videojuegos adaptados a la pantalla grande siempre ha surgido la gran problemática de que los grandes estudios no logran captar la esencia y los elementos fundamentales del material original, por lo cual se tiene el estigma de que cuando se plantea una nueva película gamer, las cosas pueden salir realmente mal. Para casos así recordamos las cintas sobre Street Fighter, Dead or Alive, Need for Speed, King of Fighter, Tomb Raider, Mario Bros., entre otras. Cuando se anunció la película de uno de los personajes más icónicos del universo gamer, Sonic, y salieron a la luz sus primeros diseños, todo se volvió caos en internet, al grado de que el estudio encargado de su animación tuvo que rediseñar al personaje para que los fans alrededor del mundo estuvieran tranquilos con el personaje. Ahora, luego de tantos meses de espera, controversias con el doblaje y malos augurios, la película Sonic The Hedgehog, ha llegado.
De la mano de Jim Carrey, James Marsden y Luisito Comunica dando su voz a Sonic para toda Latinoamérica nos llega la historia del descarado erizo azul basado en la famosa serie de videojuegos de Sega, que vivirá aventuras y desventuras cuando conoce a su amigo humano y policía, Tom Wachowski. Sonic y Tom unirán sus fuerzas para tratar de detener los planes del malvado Dr. Robotnik, quien intenta atrapar al erizo con el fin de emplear sus inmensos poderes para dominar el mundo.
Uno de los principales elementos y como era de esperarse, es el carisma y la energía que el famoso erizo contagia, pues posee un magnético gancho que enamorará a los pequeños del hogar, ya que tiene un gran potencial para ser explotado en futuras entregas. Su nuevo diseño ayuda de buena forma a que la audiencia acepte y comprenda que estamos ante un ente netamente sacado de videojuegos, pues su forma y estética es amable para con los fans y gamers (asemeja casi en su totalidad a su contraparte original), lo que también da buenas sensaciones. El trabajo emocional, electrizante y llamativo de Sonic, está ahí y eso gusta; un personaje que todos adorarán.
El ritmo de la cinta es acelerado, como su primicia lo recalca, y justamente eso hace que se vuelva ligera y entretenida. Para lo que está concebida funciona como debería, pues las personas encuentran una película que no pretende más allá de lo que es. Si bien es simplista con su trama, logra conectar una que otra escena de acción bastante bien elaborada (con visuales que sobresalen) y se mezclan de manera justa con la tonalidad de comedia que los personajes poseen por naturaleza. Es innato el hecho de que Robotnik y Sonic compartan momentos hilarantes, al igual que James Marsden junto a ellos, y este último además con la gran simpatía que le caracteriza.
Una de las virtudes dentro de la producción de Jeff Fowler es que muestra a un conjunto de personajes que logran dar soporte al elemento principal: todos trabajan a cabalidad. Además Sonic The Hedgehog tiene un soundtrack bastante empalagoso, álgido y que juega a tono con las situaciones en pantalla. En este apartado y como ya es costumbre, Junkie XL sabe dotar de vida el apartado sonoro para volver a una película una pieza auditiva fenomenal.
Hablando un poco sobre el doblaje para Latinoamérica, los dos elementos pivotales, Mario Castañeda y el influencer Luisito Comunica, logran hacer un buen trabajo. Pese al hecho de que no se esperaría eso del youtuber, éste entiende sin aspavientos su papel y entrega un trabajo decoroso y bien trabajado.
Pero...
Como era de esperarse, si bien han comprendido por cual rumbo debe llevarse este tipo de historias, en este primer intento han quedado un poco a deber, ya que como se mencionaba con anterioridad, la trama peca de genérica, careciendo con esto de una trama profunda o un desarrollo adecuado para con lo que el personaje o personajes se merece, sin tanta emoción como debería. Sonic se perfila como un producto netamente para los pequeños en casa, se apaga lentamente su esencia y queda solo en un cascaron final, que sin duda puede manejarse de diferente forma en una posible secuela. El hecho de que Jim Carrey solo juegue a entregar muecas también la convierte en una cinta tediosa y más en especial durante sus primeros 30 minutos, pues no logra llegar a nada fijo. Confunde y genera poco interés.
En resumen
Sonic The Hedgehog es una cinta veloz y divertida para el niño que llevamos dentro, y aunque surca los infames caminos de lo convencional, planta una semilla interesante hacia un futuro prometedor. Visualmente sobresale y se cuela dentro de la órbita de las películas basada en videojuegos que no lo han hecho tan mal, superaron la expectativa y eso se agradece.
