Poder y traición, los elementos clave de la nueva serie de HBO
Estamos a un año del estreno de la última temporada de Game of Thrones, la épica historia que ha conquistado a un gran sector de la población seriéfila por su fantasía, sus luchas y toda la intriga que existe en ella. Pero la clave de su éxito fue justo la lucha por el poder y las traiciones que hay para conseguirlo, elementos que repiten en Succession, la nueva historia que HBO nos presenta domingo a domingo.
Succcessiongira en torno de los Roy, una familia de EE.UU. dueña de un conglomerado de medios y empresas alternas que los han llevado a convertirse en líderes de su sector, además de ser una de las familias con más poder y dinero del país. Pero todo cambia cuando Logan (Brian Cox), el patriarca familiar, parece estar a punto de retirarse del negocio que construyó con años de esfuerzo, el cual pasará a manos de sus hijos quienes comenzarán a tener un mayor interés en el control de la compañía, en especial Kendall (Jeremy Strong) quien será el primer ‘buitre’ que luche por su beneficio.
Es aquí donde la verdadera historia explota y comenzará una lucha de poder constante para obtener el mando sin importar lo que se tenga que hacer para no dejar que otros tomen el control de lo que por derecho los hijos creen que les pertenece. El apellido, la sangre y su legado estarán puestos en riesgo, y por supuesto sus enemigos buscarán la maneras de comerse vivos a los cuatro cachorros que parecen estar a la deriva.
Connor (Alan Ruck), Ronan (Kieran Culkin), Shiv (Sarah Snook) y Kendall, los hermanos Roy,enfrentarán una lucha contra el mundo, entre sí mismos e incluso en contra de su propio padre Logan y su tercera esposa, Marcia (Hiam Abbass). Pero el punto interesante de esta historia no solo es el control del poder, es un elemento más básico de la naturaleza humana, un sentimiento que se adquiere desde temprana edad: el amor. Y aunque esto puede sonar un tanto romántico, en la jungla de cristal donde se juega esta lucha ese sentimiento se torna extraño y oscuro, totalmente adecuado a la realidad que se nos plantea.
Kendall, el segundo hijo de Logan, es el ejemplo perfecto para este sentir; un tipo con un gran deseo de admiración, de liderazgo, pero con una falta de empatía hacia los demás, que lleva a los demás a alejarse de su persona: sus hermanos, su esposa, sus hijos y por supuesto, su padre, quien nunca le brindó el cariño, el respeto y la admiración que él deseaba. Al tratarse de un tipo cuadrado, parco y ambicioso está hecho para que las cosas sean de un solo modo, y no está abierto a nuevos caminos por lo cual no logra ver eso que tanto deseaba le diera su padre y que está ahí de un modo diferente.
Sus tres hermanos juegan un papel menor, pero no por ello menos importante.Connor es el hijo mayor del primer matrimonio Logan, un tipo centrado y alejado de toda la lucha que al probar tener el mando será como una especia de droga y adicción para su persona.Ronan es el tercer varón, un junior que se vende al mejor postor con tal de nunca perder su status quo. Shiv, la única hija, que vive su independencia, pero que la vida le enseñará que no se puede estar de esa forma con el apellido que tiene, y muchas de sus relaciones profesionales tienen un claro interés en su familia, hasta la que tiene que ver con su vida amorosa.
Por su parte, un maravilloso Brian Cox, conocido por trabajos previos como Adaptation y L.I.E., da vida a Logan, un hombre de negocios, el líder de una manada de lobos dispuesto a defenderse aunque el ataque venga de sus propias crías. Él es el tipo que siempre va un paso adelante y que en caso de perder el control jugará hasta sus últimas fichas para no mostrar que lo ha perdido, y así seguir jugando este juego.
Todo esto se puede ver desde la intro de la serie, con un mashup de imágenes viejas combinadas con la penumbra que da una ciudad como Nueva York, un contraste narrativo y estético que juega a ser irónico al considerarse que esa ciudad es conocida como la ciudad que nunca duerme, por su actividad a todas horas y las luces que iluminan a la misma.
Con esto queda claro que Succession nos presenta una nueva historia por una lucha de poder como hace mucho no veíamos como en Dallas o Dynasty, dos series que reflejaban la lucha entre los mismos miembros de la familia por ser el liderazgo de su apellido. Claro que tenemos que aclarar las respectivas proporciones de comparación que se puedan tener entre dos culebrones como los mencionados y una serie completamente alejada de los clichés de telenovela.
La serie es creada por Jesse Armstrong, quien además funge como productor en conjunto con Dara Schnapper y Will Ferrell. Hasta el momento han sido emitidos 7 episodios que están haciendo crecer la historia al punto de una pelea inimaginable entre padre e hijo, quienes luchan como dos extraños sin lazos de sangre por poder y, sobre todo, por orgullo. Se puede ver en HBO y HBO Go todos los domingos a partir de las 11 pm y lo mejor es que se ha confirmado una segunda temporada.
Dato curioso: antes de su estreno se rumoreó que la serie estaba inspirada en la vida de Rupert Murdoch, director ejecutivo y principal accionista de las compañías Fox News y quien fuese dueño de 21st Century Fox antes de la venta a Disney; pero el creador Jesse Armstrong y HBO negaron esta información.