The Suicide Squad es una emocionante, épica y divertida película de superhéroes para adultos

Después de la fallida entrega del 2016 de David Ayer (aparentemente por culpa del estudio WB), de un grupo de supervillanos de DC que se embarcan en una misión suicida obligados por la cruel pero justa Amanda Waller (Viola Davis), esta semana por fin se estrena en cines la nueva versión, ahora a cargo de James Gunn (Guardianes de la Galaxia), que promete remendar lo ocurrido y entregarnos una emocionante y divertida The Suicide Squad (Escuadrón Suicida) que no repita las fallas de su predecesora.

Recuperando la esencia de la trama de la versión anterior, en esta ocasión Amanda Waller (Davis) recluta a un grupo de 13 supervillanos presos en Belle Reve: Harley Quinn (Margot Robbie), King Shark (Silvester Stallone), Capitan Boomerang (Jai Courtney), Peacemaker (John Cena), T.D.K. (Nathan Fillion), Polka Dot Man (David Dastmalchian), Savant (Michael Rooker), Blackguard (Pete Davidson), Javelin (Flula Borg), Mongai (Mayling Ng), RatCatcher 2 (Daniela Melchior), Weasel (Sean Gunn) y Bloodsport (Idris Elba).

Comandados por el coronel Rick Flag (Joel Kinnaman) se embarcaran en una misión en la que tendrán que infiltrarse en la isla de Corto Maltese para ubicar y destruir la fortificación nazi de Jötunheim, locación de antaño en la que los nazis llevaban a cabo un experimento con una entidad extraterrestre, Starro, que tiene el potencial de acabar con cualquier ciudad del mundo. La ciudad se encuentra bajo el mando del cruel dictador Silvio Luna (Juan Diego Botto) y del sangriento líder del ejército el general Mateo Suarez (Joaquín Cosio).

Cada uno de estos personajes con sus habilidades especiales jugará un rol muy importante en la misión, algunos morirán y otros encontrarán redención, pero esta prohibido retirarse, de lo contrario serán decapitados a la distancia por Waller y su equipo.

James Gunn, quien escribió el guion en solitario, confesó que se inspiró en las cintas de serie B para escribirla, y es por eso que se encuentra llena de humor digno tipo The Toxic Avenger, con un enfoque solo para adultos, se incluye gore, violencia, e incluso algunos desnudos. La influencia es tal que Lloyd Kaufman (CEO de Troma) tiene un cameo. No debemos olvidar que Gunn inició su carrera escribiendo la obra de culto Tromeo y Julieta.

Otra de las virtudes que tiene la película es que se aprovecha del status de “underdogs” que tienen los supervillanos, con lo cual Gunn hace lo que quiere y nos presenta sorpresa tras sorpresa al irlos eliminando uno a uno de las formas más diversas. Los que lideran el reparto y que son los más efectivos son Bloodsport, Peacemaker, Flagg y, obvio, la siempre adorable Harley Quinn.

Mientras la primera parte es una especie de Saving Private Ryan combinada con Deadpool, la segunda es una sinfonía de caos en la que Gunn rinde homenaje al Body Horror de los 80, como lo hizo en Slither.

Sin embargo, en la última parte regresa al cauce y brinda una conclusión que es épica, masiva y conmovedora que cierra a la perfección esta, la mejor película de acción y superhéroes de los últimos años y una de las mejores de DC.

Gracias a que Gunn le quita la oscuridad y regresa la diversión a las salas (aunque sea solo para adultos), impregna de su propia influencia toda la película, incluso con personajes que nos recuerda a Rocket Racoon y a Groot de sus incursiones con Marvel.

Toda la manga ancha que recibió Gunn para llenar la película de violencia, gore, malas palabras e incluso para poner a Harley Quinn en una situación que nunca imaginamos ver en la pantalla grande, le puede jugar en contra al convertir la cinta en una sinfonía solo para adultos, aunque películas como Deadpool demuestran que eso no es un impedimento: muchos espectadores podrán señalarlo de innecesario y gratuito. Sin embargo, ese es parte del encanto de la película, una combinación de elementos que funcionan con sabor mezclado.

The Suicide Squad (El Escuadrón Suicida) de James Gunn es la mejor película de superhéroes de DC desde Shazam! y es la respuesta perfecta a la parafernalia de Marvel/Disney. Una cinta que funciona por sí misma y que bien puede ser vista por cualquier fanático de cintas de acción sin tener que acomodarla en un largo timeline.

Gunn hace un recuento espiritual de toda su obra desde sus épocas de Troma, su paso por el cine de terror, el de superhéroes e incluso por sus versiones de Scooby Doo. Es una película que solo Gunn pudo hacer y que nos devuelve un poco la fe en las películas de superhéroes regresándoles lo que habían perdido: pura y simple diversión.