Debemos ser honestos: sí, hicimos un artículo recopilando las reacciones negativas en redes sobre Swear, el último episodio de The Walking Dead. Pero desde It’s Spoiler Time no nos quedamos con un análisis simple y hasta se podría decir pasional: intentamos encontrar más.
Nos parece que Swear demostró que TWD está llegando a una madurez como trama que nunca tuvo. Pero, ¿por qué?
En primer lugar, la trama ronda en Tara y Heath. Sí, ya sabemos: muchos capítulos rondan en la historia de uno o dos personajes, eso es normal. Lo que sí nos pareció genial es que ronde en dos personajes que, hasta ese momento, no fueron primordiales para la trama toda. Eso hace que Swear amplíe el campo de acción para la serie, que no se encierre solamente en los mismos de siempre.
En segundo lugar, las tres micro tramas dentro de una narración no lineal. Por un lado, la relación de hastío y cuestionamiento de Heath; por otro lado, el afianzamiento de Tara como núcleo duro del grupo de Alexandria al querer escapar de sus captoras; por último, la desaparición de Heath. Esto, a su vez nos, guió hacia tres cliffhangers y/o cuestionamientos: ¿Heath qué papel juega con sus sentimientos encontrados? ¿Tara revelará algo sobre sus captoras más adelante a pesar que no lo hizo en un primer momento frente a una desesperada Rosita? ¿Heath está vivo?
En tercer lugar, Swear demostró madurez total de la serie por su guión armonioso. TWD es una serie en la que todos esperamos saber qué pasa con los sobrevivientes y, obviamente, los zombies, cómo interactúan, y este capítulo logró algo que no veíamos hace tiempo: la importancia medida pero concreta de la aparición de los zombies. ¿Momento? Cuando Tara comienza su vuelta a Alexandria se topa con los zombies del puente y duda sobre si uno de ellos es Heath. No hubo abundancia del recurso de la aparición de los caminantes ni la total desaparición de los mismos, por eso a lo que nos referimos es a esa armonía lograda en el relato, el mismo que es el mejor reflejo de la situación postapocalítica: cuestionamientos, reafirmaciones, alegría y tristeza en un mundo que empieza a hacer agua tanto física como mentalmente con o sin zombies.
En cuarto y último lugar, las emociones. Sí, en relación al punto anterior, lo vivido por Tara en el final del episodio demostró un manejo de emociones tan pero tan exquisito que no tiene precedentes en las siete temporadas de la serie: pasar de la algarabía y la esperanza máxima a la frustración y depresión total habla de una muy buena dirección de los encargados de los actores y de la actriz misma.