Al igual que La boda de mi mejor amigo (2019) lo hizo en febrero de este año, Como si fuera la primera vez toma una popular comedia romántica hollywoodense para adaptarla al español. Curiosamente, al no estar situada geográficamente en México, Como si fuera la primera vez parece no necesitar cubrir la cuota obligada de otros remakes respecto a las referencias locales que hacen a través del lenguaje o las imágenes que se ven en pantalla. Por lo anterior, esta adaptación se siente un poco más universal y con personajes menos estereotipados a los que usualmente estamos acostumbrados cuando las historias se desarrollan en territorio nacional. Tomando en cuenta lo anterior, Como si fuera la primera vez resulta una película con una mejor calidad narrativa y técnica que la mayoría de las comedias románticas del país y que le da a Ximena Romo (Mentada de padre) la oportunidad de tener su papel más importante hasta la fecha junto a un muy carismático Vadhir Derbez (Dulce Familia).
En Como si fuera la primera vez, Luci (Romo) es una joven que despierta todos los días para llevar a cabo la misma rutina: quejarse del mal funcionamiento de su celular, ir a desayunar waffles con mermelada, pintar una de las paredes de su casa y festejar el cumpleaños de su papá. Sin embargo, un día durante su desayuno, Luci conoce a Diego (Derbez), quien se enamora de ella sin estar al tanto de su condición, la cual le impide recordar cosas desde el accidente de auto que tuvo hace un par de años. Este padecimiento lleva a Diego a tratar de conquistar a Luci todos los días y aunque en ocasiones resulta ser más exitoso que en otras, él no se rinde en absoluto e incluso piensa en un plan que podría permitirle a Luci tener una vida lo más normal posible.
Dirigido por Mauricio Valle (Dariela los martes), el remake de 50 First Dates (2004) sale triunfante gracias a una adaptación que supo elegir aquellos aspectos más relevantes de la cinta original para trasladarlos, eficazmente, a un contexto en español. Asimismo, el guion también considera quiénes son sus actores protagonistas y toma decisiones con base en ello que no sólo los benefician a ellos como intérpretes sino que también juegan a favor de la historia al hacer de este filme un romance más rosa y familiar que aquel que protagonizaron Drew Barrymore y Adam Sandler. Por ejemplo, en esta versión, el personaje de Vadhir Derbez no es el mujeriego que interpretó Sandler, lo cual evita que Derbez repita el papel que ha tenido en otros proyectos y que le da a la audiencia la oportunidad de ver al actor desde otra perspectiva, lejos de los personajes arrogantes o mujeriegos que ha interpretado en el pasado. Aquí, Derbez personifica a un hombre más tierno y romántico que en sus anteriores trabajos y el joven histrión logra con creces su objetivo gracias al carisma que despliega en pantalla y que ha logrado evolucionar para que no sea un constante recordatorio de su apellido.
Por su parte, Ximena Romo, una de las actrices juveniles más talentosas en la actualidad y que desde hace algunos años estaba esperando el proyecto que la diera a conocer a una mayor audiencia, encuentra en Como si fuera la primera vez el vehículo perfecto para mostrar su repertorio. El papel de Luci le exige a Romo ir de la comedia al drama en cuestión de segundos en algunas escenas y la actriz lo hace sin ninguna dificultad y sin caer en el melodrama o en una interpretación artificial o exagerada. Además, por la naturaleza de sus personajes, tanto Romo como Derbez pudieron haber pasado a la comedia forzada en cuestión de segundos, pero el guion toma la decisión adecuada de dejar las risas en manos de los personajes secundarios y hacer que sus protagonistas se enfoquen, principalmente, en el aspecto romántico de la historia.
Por si esto fuera poco, la dirección de Mauricio Valle sabe aprovechar los escenarios que tiene a su disposición para hacer del espacio otro aspecto muy importante de la historia y, con la ayuda de la cámara de Alejandro Cantú (El complot Mongol), también construir encuadres que visualmente resaltan la belleza de las locaciones donde se filmó la película. Aquí es importante anotar que Mauricio Valle también fue el encargado de realizar la adaptación del guion y si hay una crítica por hacer del filme, definitivamente está relacionada con los diálogos de la mayoría de los personajes secundarios, los cuales a veces suenan rígidos y fabricados. A excepción de Paco Rueda en su papel del hermano menor de Ximena Romo, el resto del elenco es intercambiable y desperdicia por completo a Alejandro Camacho en un rol genérico que pudo haber tenido una mayor presencia.
Y aunque la película pierde un poco de energía en sus últimos veinte minutos gracias a una edición confusa y que depende del uso de montajes para explicar varias cosas, el desarrollo de la relación entre Luci y Diego es tan sólido que este último tropiezo no destruye por completo el resultado final (pero que sí lo afecta en el golpe emocional que pudieron haber tenido su clímax y su desenlace). En general, la película tomó una sabia decisión al deshacerse de las referencias a las drogas y de la comedia vulgar que Sandler y Barrymore pudieron hacer pasar como entrañable, pero aquí hubiera caído en muchos clichés que poseen las comedias románticas que se producen en México. Como se comentó anteriormente, Como si fuera la primera vez es encantadora gracias a su naturaleza rosa y sumamente romántica que abraza desde el inicio.
Veredicto
Gracias a un guion que no busca hacer constantes referencias a su naturaleza de remake mexicano y a la entrañable dupla que interpretan Ximena Romo y Vadhir Derbez, Como si fuera la primera vez es una comedia romántica digna de recordarse y que, a diferencia de otros esfuerzos por adaptar historias extranjeras al español, resulta universal gracias al enfoque que hace en los temas de la historia sobre los espacios geográficos donde se desarrolla.
