La temporada 6 de Black Mirror nos ha dado episodios de todos los estilos y Beyond the Sea es uno que mantiene el estilo clásico de la serie: una trama con una herramienta tecnológica futurista y un giro final espeluznante.
Joan is Awful es una comedia, Loch Henry es una historia de terror y Beyond the Sea la podríamos calificar como un terror psicológico, el episodio empieza muy tranquilo, pero en cuanto la familia de David es asesinado, las cosas comienzan a enrarecerse. En el medio de toda esta trama está el hecho de que los dos protagonistas son astronautas que, de alguna manera, pueden vivir en la Tierra a través de una réplica, pero ¿de qué se trata realmente? ¿Cuáles son los mensajes que ocultan?
Las cosas se ponen raras en este episodio cuando aparecen los cultistas que aparentemente son parte de un grupo conspirativo de absolutistas morales que creen que el uso de réplicas y tecnologías de enlace es intrínsecamente incorrecto y antinatural. Obviamente, estos comparte similitudes con la familia Manson de la vida real y el infame asesinato de Sharon Tate que tuvo lugar en 1969.
En este punto nos enteramos de que los protagonistas no son personas reales, sino una suerte de clones que se crean cuando ellos se conectan a un “enlace”. Esta tecnología que está en el centro de la trama nunca llega a explorarse, ni cómo se creó, ni cómo funciona, pero parece ser algo muy importante para todo el mundo, puesto que hasta las personas de un pueblo muy lejano conocen los nombres de los astronautas.
Más allá de que esta herramienta tecnológica nunca se explica, el concepto es muy interesante y nos permite poner en contexto a dos personas diametralmente opuestas que viven su fama de manera diferente. Mientras Cliff se aleja de las personas por miedo a cómo el resto lo pueden juzgar, David se acerca para bañarse en el reconocimiento, se siente un héroe.
Por otro lado, si bien la pintura al óleo fue la excusa que usó David para acercarse a la familia de Cliff, esta también representaba la libertad del infierno privado que él se vio obligado a experimentar después de la trágica pérdida de su familia. Fue el catalizador que le permitió sentir felicidad y satisfacción, al mismo tiempo que le permitió espacio para llorar y procesar su dolor interior a través de la compañía de Lana.
Luego del asesinato de su familia y de conocer a la esposa de Cliff, David siente que se merece la vida de su compañero y eso, sumado a la experiencia traumática que vivió, lo transforman en alguien completamente distinto. No obstante, hay algo que los une y eso es la masculinidad tóxica: Cliff se siente inseguro con cómo David trata a su esposa y le aclara que ella es “suya”; mientras que David piensa que Cliff es un hombre inferior y no se merece a Lana.
Siguiendo por esta línea, David piensa que sabe todo sobre Lana, que la conoce mejor que su esposo y que la puede satisfacer de maneras que él no puede. Esa es la tensión que hay entre ellos. Pero en ningún momento nos imaginamos que eso terminaría con los asesinatos de Lana y Henry.
El final de Beyond the Sea es casi nihilista. David fue una vez un hombre de familia admirable y encantador que se convierte en un monstruo después de una tragedia inimaginable. Cliff extiende una mano amiga y termina perdiendo todo lo que tenía también. Todo está perdido para ambos, y Cliff empuja la silla para recibirlo en el infierno. La clave está en que se necesitan el uno al otro para sobrevivir y su misión parece ser sumamente importante para la vida en la Tierra.
Hay tanta tragedia al final del episodio que hace que nos deja boquiabiertos. Si Cliff decide matar a David, él también morirá, e incluso se logra sobrevivir, cuando llega a la Tierra será despedido y enviado a la cárcel por el asesinato, no solo de sus compañeros, sino que también de su familia, ya que no hay forma de comprobar que ese NO era él. Ninguno tiene lugar en el universo, están tan vacíos y oscuros como el espacio infinito que los rodea, pero si tenemos que apostar, diríamos que Cliff mata a David pocos segundos después.