Tekken: Bloodline no es lo que la franquicia se merece
#TekkenBloodline tiene mucha acción para ofrecer y... no mucho más realmente.
Netflix lanzó esta semana Tekken: Bloodline, su nueva serie animada basada en la histórica franquicia de videojuegos, pero a pesar de que los avances se veían bien, el programa no cumplió con las expectativas.
Tekken es una de las mejores franquicias de videojuegos de acción, al nivel de Street Fighter y Mortal Kombat, por eso cuando se anunció este proyecto había entusiasmo detrás, ya que hasta el momento no hemos tenido una adaptación adecuada de Tekken. Pero supongo que vamos a tener que seguir esperando.
A favor de Tekken: Bloodline debemos decir que no pierde tiempo, va rápido al punto y es fácil de ver, son 6 episodios de menos de 30 minutos cada uno y en todos tenemos una buena dosis de acción. En una noche lo puedes maratonear sin ningún inconveniente. El problema es cuando miramos más allá de eso.
La animación de la serie es muy diferente a la de los juegos, lo cual en un principio no es malo, pero se convierte en un problema cuando este nuevo estilo le da menos carisma a cada uno de los personajes. Las peleas están bien, nada fuera de lo normal, pero fuera de eso los protagonistas son muy acartonados.
Por otro lado, a la animación poco inspirada se le suma un guion muy, muy pobre. Cada personaje de Tekken tiene su historia en los juegos y esperábamos que la serie pudiera elevar esto a través de un guion que nos ayude entender más a alguno de los personajes, sus motivaciones, su estilo de vida y demás. Tampoco ocurrió.
Crédito: Netflix
Tekken: Bloodline no añade casi nada de lo que ya sabíamos sobre la historia de los juegos, es una adaptación demasiado simple y que tiene algunas buenas escenas de acción, pero si no estamos enganchados emocionalmente con los personajes, esas escenas se vuelven bastante vacías, casi intrascendentes.
La franquicia de Tekken tiene muchísimo más para ofrecer y otros personajes muy interesantes que explorar por fuera de Jin y Heihashi. Esperemos que en el futuro sigan el ejemplo de Mortal Kombat Legends y nos ofrezcan aventuras animadas con un mayor presupuesto, un mejor guion e historias más arriesgadas y emocionales.
