Como leíste hoy en Spoiler Time, la cuarta entrega de la franquicia The Expendables finalmente se confirmó. Si bien se tienen que confirmar tanto la fecha de comienzo de rodaje como una fecha de lanzamiento tentativa (sin nombrar, claro está, al elenco completo), hay algo que nos hace ruido: su futura trama. ¿Por qué?
The Expendables 3 decepcionó muchísimo los fanáticos. Luego dos hits increíbles como The Expendables de 2010 y The Expendables 2 en 2012, que agregó a Liam Hemsworth, Chuck Norris, Jean-Claude Van Damme y Arnold Schwarzenegger al conjunto de estrellas avejentadas y divertidas como Sylvester Stallone, Jason Statham, Jet Li, Mickey Rourke y Bruce Willis, entre otros, la tercera entrega mantuvo algo que la franquicia no supo manejar: no tratar a sus personajes principales como tales. ¿De qué estamos hablando? Excepto el personaje de Billy, interpretado por Liam Hemsworth, todo el resto está vivo… O sea: no hay movilidad ni drama real que haga que la saga sea legítima.
La franquicia apuesta bajo. A su vez, The Expendables 3 que volvió a marcar la violencia brutal que los fanáticos esperaban y contaba con un elenco tan grande que se parecía a una parodia de las dos primeras películas. Los fanáticos la criticaron por desviarse hacia el territorio de la comedia de acción. El tono más ligero fue un paso en falso.
La forma más fácil para que Expendables inyecte algo de drama en la mezcla es matar a uno o más personajes importantes en la próxima entrega, demostrando que los mercenarios de Ross no son las máquinas de matar invulnerables que parecen ser. ¿Un ejemplo que nos dé la razón? En la tercera entrega Stonebanks disparó contra Hale Caesar (Terry Crews), dejándolo fuera de servicio, digamos, hasta el final de la película. Eso generó movimiento, generó una amenaza: no todos son inmortales.
Para compensar el humor, la cuarta entrega debería llevar las cosas un paso más allá. Sería la única manera de resucitar una franquicia que necesita estar a la altura de sus nombres propios.