La venganza es terrible en el final de la cuarta temporada
¡La cuarta temporada de #TheHandmaidsTale terminó con un shock y ahora no sabemos cómo recuperarnos!
Hay una frase que suele escucharse en las discusiones feministas que dice algo así como que los hombres y la sociedad patriarcal deberían estar agradecidos de que solo queramos igualdad y no venganza. Esta frase parece estar encarnada en el medio de la cuarta temporada de The Handmaid’s Tale, que nos demuestra qué pasa cuando las mujeres vulneradas empiezan a desear la venganza por sobre cualquier cosa.
June Osborn ha logrado escapar físicamente de Gilead, ¿pero lo ha abandonado mentalmente? Todo pareciera indicar que no. Como bien lo intuíamos cuando vimos los primeros tres episodios de esta cuarta entrega, June se ha convertido en un personaje tan despiadado como los Waterford.
Fuente: Hulu
La cuarta temporada de The Handmaid’s Tale es una sucesión de crueldades. La serie ha destapado su cara más violenta y terrible en cada episodio. Pero así es la guerra, ¿verdad? Y ahora sí, todos están en pie de guerra. June Osborn ha dado comienzo a una rebelión mucho más encarnizada dentro del mismo Gilead, donde personajes como el que interpretó McKenna Grace, niñas jóvenes pero ya completamente vulneradas por Gilead, están decididas a todo para hacer caer a esta nación violenta. Fuera de Gilead las cosas tampoco pintan mejor: diplomáticamente, es una nación resistida, con personas como Mark Tuello que buscan hacerla caer por medios legales, y en sus fronteras, la guerra encarnizada con aquellos que se decidieron a tomar las armas para lastimar a Gilead.
Y en cada uno de esos frentes, la humanidad parece ausentarse por completo. No solo niñas como la Señora Keyes han perdido la inocencia al punto de poder cometer un asesinato sin remordimientos, sino que incluso que aquellos que se hacen llamar “liberadores”, como Tuello o como los rebeldes, no tienen problemas en traicionar a aquellos que están necesitados de seguridad o consuelo para su propio beneficio. Así, cuando June se encuentra por fin con los rebeldes que pelean en el frente, el líder le pide sexo a cambio de poder quedarse con ellos, y Tuello, a pesar de saber los crímenes que realizó Fred Waterford, está dispuesto a hacer un trato con él a cambio de información que sirva para sus fines.
No es de sorprender, entonces, que June no pueda dejar atrás la ira y la sed de venganza a pesar de estar en el seguro suelo canadiense, rodeada de gente que la quiere, como Luke, Moira y Emily, y con su hija Nichole en brazos. El salvajismo de Gilead parece haberse propagado a todos los rincones y ella no es la excepción, por eso la vemos abusar de Luke, retorcer las heridas de otras criadas que se salvaron como ella y, finalmente, idear el plan maquiavélico para asesinar a FredWaterford elaborando una réplica casi exacta del momento en el que ella fue capturada por primera vez por Gilead.
Fuente: Hulu
Sin duda, la muerte de Waterford marcará un antes y un después en The Handmaid’s Tale. No es fácil decirle adiós a un actor del calibre de Joseph Fiennes, quien supo encarnar a un personaje detestable, repugnante e infinitamente débil y déspota, sin embargo, The Handmaid’s Tale tiene buenos actores y actrices de sobra. Por otro lado, la muerte de Waterford seguramente traerá consecuencias. ¿Qué pasará con todas las tratativas diplomáticas de Tuello y compañía cuando se descubra que sus acciones guiaron a Waterford hacia la muerte? ¿Qué pasará en Gilead cuando se descubra que Waterford fue asesinado una vez que lo dejaron al cuidado de Nick y los Ojos, bajo el visto bueno del Comandante Lawrence? Y por último, ¿qué pasará con June ahora que ha logrado llevar adelante su venganza?
En la última escena, Luke mira horrorizado a June entendiendo aún sin saber a ciencia cierta lo que ha hecho. Ella, entonces, le pide cinco minutos con su hija antes de irse. ¿Irse a dónde? ¿Y por qué debe irse? ¿Será que enfrentará consecuencias judiciales por lo que hizo o sencillamente decide irse porque se ha dado cuenta de que ya no es capaz de vivir una vida familiar como la que Luke, Moira y Nichole le proponen?
Fuente: Hulu
Sin duda, la cuarta temporada finalizó con un gran shock. La serie, que ya tiene confirmada una quinta temporada (que esperemos no demore tanto como esta cuarta), podría, por el bien de su verosimilitud, dejar descansar en esa próxima entrega al personaje de June, que ya ha sido arrasado completamente por el dolor y la sed de venganza, para focalizarse en otros que han despertado interés incluso cuando solo tuvieron brevísimos momentos. Por ejemplo, la dupla Comandante Lawrence –Tía Lydia es muy llamativa, ya que ambos son figuras de poder enormes dentro de Gilead que han caído en desgracia y deben encontrar la forma de volver a ser aceptados por su comunidad. Por otro lado, también sería interesante ver más de Janine, que, a pesar de haber sido apresada de nuevo por Gilead, ha encontrado la manera de acomodarse para no ser enviada a un nuevo destino como criada. Incluso la historia de Serena Joy, embarazada, en Canadá y, ahora, viuda, es digna de ser contada.
Es indiscutible que The Handmaid’s Tale tiene mucho por explorar dentro de su universo distópico, aunque, por momentos, se empieza a sentir el desgaste. ¿Cuánto más se puede sostener esta tensión entre Gilead y el resto del mundo? Quizás, la quinta temporada, sirva para dar un cierre a esta historia antes de agotarla por completo.
“Yo vi tres luces negras” es una oscura y reflexiva historia sobre la muerte, el duelo con guion inteligente que mezcla realismo mágico con un contexto político social violento y agreste. ¡Un logro latinoamericano!