Un intento por retratar la crudeza de los crímenes de Charles Mason pero…
Charles Manson es una de las figuras más conocidas en la cultura popular americana. Su fama le viene de los crímenes que cometió junto con su secta en 1969. La cinta de Daniel Farrand se centra en esa fatídica noche en que la secta de Manson asesinó a la entonces esposa de Roman Polansky.
The Haunting of Sharon Tate (El asesinato de Sharon Tate) se basa en la premisa de que la misma Sharon vaticinó su propia muerte, y estas profecías la fueron acosando días antes de que ocurriera la masacre.
Al inicio de la cinta, para situar el contexto, se presenta una especie de entrevista donde Tate (Hillary Duff) habla de las premoniciones que tiene de su cruel destino que es mezclado con el footage real de las noticias de ese fatídico día. Esta es la especie de introducción a la historia que bien se puede intentar catalogar como un thriller de Home-Invasion (podemos poner de ejemplo la excelente cinta francesa À l’intérieur de 2007 en este género).
Un año después de la entrevista vemos a Tate embarazada, esperando el regreso de su esposo de Europa mientras pasa unas vacaciones en una cabaña en la montaña con sus amigos Abigail Folger (Lydia Hearst), Wojciech Frykowski (Pawel Szajda) y su ex novio Jay Sebring (Jonathan Bennett). Ella empieza a encontrar extraños mensajes en la cabaña además de recibir cintas de un extraño llamado Charlie; sospecha que sus amigos están tratando de perturbarla… Sin embargo, todos ellos sufrirán la misma suerte que Sharon, lo que ya nos ha sido anticipado en el inicio del film.
Bajo esta premisa, el director Farrand, que tiene muy bien estudiado el género gracias a su experiencia haciendo documentales acerca de películas de terror (Viernes 13, Pesadilla en la calle del infierno, Scream y de los eventos de Amityville), sabe utilizar muy bien algunos de los trucos emanados de esas cintas y prepara una gran ambientación a través de la combinación de emplazamientos de cámara, efectos de audio y la banda sonora retro creada específicamente para la cinta por el grupo Fantom, logrando crear las condiciones necesarias para tener una historia de terror digna.
...pero...
Aunque técnicamente bien planteada, la cinta falla en varios aspectos que la convierten en una película más del montón que brilla más por sus fallas que por sus aciertos. La actuación de Hillary Duff es muy pobre; aunque ella sea una de las productoras ejecutivas de la cinta deja mucho que desear, sobre todo en reflejar la elegancia que caracterizaba a Tate (muy bien representada por Margot Robbie en la última cinta de Tarantino). Los demás personajes carecen de personalidad, de carisma y de empatía entre ellos mismos, por lo que nos da igual si los matan o no.
A esto hay que sumarle la pobre trama escrita por Farrands que gracias a los pobres dialogos y las situaciones inverosímiles nos deja la sensación de que Sharon Tate era una mujer tonta que no pudo ni siquiera hablar a la policia cuando tenía el teléfono en la mano.
Sumando todo lo anterior, vemos que la excelente oportunidad de reflejar fielmente la crudeza de los eventos reales se queda en un intento pobre de hacer una película de terror que no funciona en ningún aspecto.
En resumen
The Haunting of Sharon Tate (El asesinato de Sharon Tate) es una película de terror del montón llena de clichés y sinsentidos que solo podrá espantar a los más incautos. Más que un homenaje a las víctimas de Charles Manson, parece una burla a su inteligencia y, de paso, a la inteligencia del espectador.