Easter Eggs y detalles curiosos en The Believer

¿Les gustó el penúltimo episodio de The Mandalorian temporada 2? Quizás la dirección de Rick Famuyiwa (Dope) no entregó el mejor episodio de esta temporada (dirigió también el capítulo 2 titulado The Child y el 6 titulado The Prisoner), pero definitivamente pudimos disfrutar de 38 minutos con emociones al estilo western, en antesala a la prometedora conclusión la semana entrante, la cual esperamos dirija el mismísimo Jon Favreau.

Entre asaltos a convoys explosivos, bromas locales entre stormtroopers disidentes, escapes imposibles al estilo Butch Cassidy y la ENORME ausencia de cierto “amiguito verde”, estos son los detalles, easter eggs y cosas casi imperceptibles que notamos a lo largo del capítulo 15 de The Mandalorian.

ADVERTENCIA: Recuerden que este artículo contiene MUCHOS spoilers.

Recuerda: The Mandalorian ya está disponible en Disney+ para toda Latinoamérica. Puedes suscribirte a Disney+ mensual y anualmente desde su página.

¿Checaron eso? La secuencia inicial en los deshuesaderos del planeta Karthon mostraron nuevamente un AT-AT modificado como el que vimos en “The Heiress”, lo cual certifica la estrategia de reciclaje de la Nueva República, aunque hay un concepto imperial similar, como lo vimos al inicio del videojuego Star Wars Jedi: Fallen Order. ¿Y notaron ese podracer oxidado, entre la chatarra imperial?

Nótese esta misma línea en los droides de seguridad vistos en la nave prisión vista hace 5 episodios, que al parecer son robots que previamente se usaron en el Imperio y que se han empleado para una buena causa. ¿Les recuerda el heroico K-2SO en Rogue One? ¡A nosotros sí!

Tenemos que decir que este entero valió la pena por una sola cosa: ¡Jamás habíamos visto así de reluciente y gloriosa la armadura de Boba Fett, insignias incluidas (aunque con la emblemática abolladura en la frente del casco).

Tampoco habíamos visto cómo funcionaba el sistema giroscópico de la nave Slave I, aunque se ve un poco en Attack of the Clones con Jango… y por cierto, ¡volvimos a ver las bombas sísmicas que usaron Jango y el pequeño Boba contra Obi-Wan en la misma película!

Saltando al selvático planeta Morak, cuando la suerte pone a Din y Mayfeld a bordo de un mini Juggernaut (Turbo Tank) en convoy para llevar rhydonium a una base imperial con fines siniestros, los warsies más voraces habrán reconocido el peligroso combustible presentado por primera vez en la serie animada The Clone Wars, además de Star Wars Rebels y la secuela The Force Awakens.

¿Y qué tal el “cameo” de los Shoretroopers de Rogue One? Aunque el planeta Morak es más bien selvático, la presencia de la enorme presa podría haber sido la causa de esta variante de stormtroopers, además de los pilotos “expertos” requeridos para manejar aquél convoy de la muerte.

Dos elementos que nos divirtieron y emocionaron fueron el “pretexto” de Boba Fett para no secuestrar el Juggernaut. ¿De verdad alguien reconocería que ÉL fue el humanoide modelo para el ejército de clones que eventualmente se convertiría en los torpes stormtroopers?

Detalle adicional: el regreso de las dotes sobrehumanas como francotirador de la genial Fennec Shand nos hizo recordar esa versión joven de ella que aparecerá en Star Wars: The Bad Batch, la nueva serie animada que recién confirmó Lucasfilm. ¡Vaya enorme universo warsie que está forjando The Mandalorian!

Nos encantó la excusa de Mayfeld para huir del oficial imperial Valin Hess (¿notaron que el actor es Richard Brake, que también es el Night King de Game of Thrones?), citando “el reporte TPS” de la emblemática comedia laboral Office Space (1999), un popular meme de internet que muestra que, hasta en una galaxia muy muy lejana… hay que llenar reportes (como Mike Wasowski). 

Interesante notar que el oficial Hess pertenecía a la ISB (Imperial Security Bureau), equipo tipo Gestapo que hemos visto de cuándo en cuándo desde A New Hope. ¿Y qué tal las referencias a los números de identificación TK de los stormtroopers, la batalla en Taanab mencionada por Mayfeld (la misma que vivió Lando Calrissian y que le propinó subir de rango) y el momento PTSD que vivió Mayfeld tras ser detonado por Hess con la fatídica Operación Cinder que jugamos en Star Wars Battlefront II?

¡UN OCÉANO DE CAMEOS Y REFERENCIAS!

Esto fue GENIAL. No sólo tuvimos momentos de portar trajes robados de stormtroopers como Han y Luke en Episodio IV, sino el gozo de ver a Pedro Pascal “de verdad” (Din Djarin sin casco de béskar). El diálogo filosófico sobre “los buenos y los malos” en esa galaxia entre el ex-presidiario y el mandaloriano fue increíble.

Por cierto… ¿para qué usa bigote, si se supone que NUNCA se quita el casco?

😛

No nos cansamos de estas maravillas: las secuencias de asalto al convoy de rhydonium basadas en westerns clásicos como Wages of Fear (1953) y Stagecoach (1939) fueron una auténtica delicia, y en ningún momento se sintieron forzadas.

¿Vieron los detonadores térmicos de Return of the Jedi, la referencia al Indy cansado de pelar (como Din) en Raiders of the Lost Ark y la persecución estilo Mad Max: Fury Road? ¡Qué maravilla!

Fue genial ver la redención final de Mayfeld contra el Imperio usando ese rifle Cycler de los Tusken Raiders, con lo cual y sin intención consiguió su liberación por una enternecida marshall que sabe lo que es haber perdido tanto (¡su planeta Alderaan!) por el Imperio (¡vaya conexión emocional con la pérdida del planeta Mandalor!).

Y aunque no hubo Grogu al final del episodio con la escena de Moff Gideon, sin duda la frase “de regreso” de Mando al oficial imperial nos dejó maravillados y en la antesala de lo que promete ser un espectacular final de temporada.

The Mandalorian ya está disponible en Disney+ para toda Latinoamérica. Puedes suscribirte a Disney+ mensual y anualmente desde su página.