Rick Alverson, director de The Mountain (La Montaña) es uno de esos directores que están más interesados en hacer arte que en hacer films populares. Es más, en sus anteriores films se puede notar ese desinterés en entretener o explicar a la audiencia lo que se ve en la pantalla. Con un sentido del humor muy peculiar y con historias que caen en los “surreal” Alverson es uno de los directores favoritos de festivales de cine como Sundance, Locarno, etc. Ahora con esta nueva cinta nos presenta uno de sus filmes más accesibles.
Ambientada en los años 50, se nos narra la historia del joven Andy (Tye Sheridan). Después de perder a su padre se encuentra con un renombrado psiquiatra, el Doctor Wallace Fiennes (Jeff Goldblum), quien recorre los Estados Unidos aplicando técnicas alternativas para pacientes de clínicas psiquiátricas que consisten en lobotomías y electroshocks. El Doctor recluta a Andy para que lo acompañe en su viaje documentando a través de fotografías cada uno de los procedimientos. La mayoría de los pacientes que tratan son personas homosexuales y mujeres. La reciente pérdida del padre de Andy lo motiva a acompañar en este road trip al Doctor ya que cree que en la montaña hacia donde se dirigen se encontrará con su madre.
La cinematografía perfecta de Lorenzo Hagerman (viejo colaborador de Alverson) enmarcada en el formato cuadrado 1.37:1 gracias al uso de lentes vintage, y la cuidadosa corrección de color “deslavada” le dan a la imagen esa sensación de antiguo que combinada con el vestuario, la música y los escenarios hacen de cada cuadro de la cinta una bella postal de esa época.
Alverson no se preocupa tanto en darnos detalles de la historia, los vamos descubriendo mientras va avanzando. Al contrario, nos presenta planos largos, con personajes casi estáticos, congelados en el espacio y el tiempo. La mayoría de ellos tienen problemas mentales y por eso están recluidos, y poco a poco esa línea entre la sanidad mental y la locura se va desdibujando y avanzando hasta el final de la cinta.
Los temas que aborda Alverson son diversos: van desde la soledad, la locura y la definición de la masculinidad. A lo largo de la cinta vemos cómo Andy se va descubriendo a sí mismo (sexualmente) influenciado fuertemente por la recia masculinidad del doctor (interpretado magistralmente por Goldblum). En este sentido la intención del director es confrontar a la audiencia y cuestionar las definiciones populares de esos temas.
Pero...
El cine de Alverson no es fácil de entender ni de digerir, está lleno de simbolismos y subtextos que dan más para el análisis posterior que para el disfrute inmediato. El ritmo lento y contemplativo, y esto sumado a la excelente fotografía y la perfecta composición de los elementos, podrá ser aburrido y soporífero para los que busquen un rato de esparcimiento.
En resumen
The Mountain (La Montaña) es un excelente y denso drama bellamente filmado que tiene la intención de confrontar al espectador en temas como: la soledad, la locura y sobre todo la identidad sexual. Jeff Goldblum nos brinda una de sus mejores actuaciones en este road trip que nos lleva hacia el encuentro con nosotros mismos.