Dimensiones alternas y un pulpo telepático: así fue la segunda parte de la serie
En 2016 Netflix nos presentó The OA, una espectacular serie onírica que dividió al público en dos diferentes opiniones: unos cuantos la catalogaron de aburrida y sin sentido, mientras que otros nos emocionamos y apreciamos su singularidad. Esto último se debió a que la narrativa de la serie nos hacía dudar sobre la veracidad de la historia de la protagonista, Prairie Johnson (Brit Marling), pues había pruebas en su contra así como a su favor, pero la nueva entrega lo deja muy en claro: todo es verdad.
Sabemos que lo primero que se preguntarán es si valió la pena la larga espera para esta segunda parte y les podemos asegurar desde ya que sí, absolutamente. Por supuesto, hay una diferencia abismal entre la primera y segunda parte en cuestión del tono y géneros que ambas manejan.
Si bien la primera parte se inclinó más hacia la fantasía y lo sobrenatural, la segunda, entra de lleno en el terreno de la ciencia ficción y hasta el thriller; esto le otorga más profundidad a la trama y crea su propio mundo, uno muy complejo y con varias interpretaciones.
En esta continuación de 8 nuevos episodios, descubrimos que Prairie saltó a una nueva dimensión donde ella no sufrió el accidente que la dejó ciega, fue criada por su padre y, por lo tanto, tiene una buena posición económica.
Nuestra protagonista, ahora llamada Nina, encuentra a sus amigos encerrados en una clínica de salud mental liderada por el Dr. Hap (Jason Isaacs), su archienemigo. A partir de ese momento, tratará de desenmascararlo y así recuperar al amor de su vida, Homer (Emory Cohen), quien no recuerda lo que vivieron en la otra dimensión.
Al mismo tiempo se desarrolla la historia de Karim (Kingsley Ben-Adir), un investigador privado que es contratado para encontrar a una chica desaparecida en una misteriosa casa. Sorpresivamente, su investigación lo guía a un proyecto sobre sueños desarrollado por una maquiavélica empresa vinculada con Hap y Nina.
Por otro lado, podemos decir que aunque no veamos mucho a los cinco personajes principales de la entrega pasada, aquellos que ayudaron a Prairie con los movimientos, la serie encuentra en poco tiempo la forma de desarrollar sus historias a la par de los nuevos personajes como Karim.
Sin lugar a dudas, uno de los puntos a favor de la segunda parte, si no el más importante, es la manera en que está construida la narrativa: al final todo está conectado. Esto no solamente logra que el espectador se interese por el destino de cada personaje, sino que también provoca diferentes sensaciones en el fan tras cada nueva revelación.
Por supuesto, la serie responde muchas preguntas, pero aún nos deja con otras y puede no ser del todo agradable para el público que espera una entrega al mismo tono de la pasada. La escena del pulpo telepático puede dejar perplejos a algunos, pero creemos que incluso estos momentos hacen especial y sublime al show.
En cuanto a la producción y los efectos especiales, la serie mantiene la misma calidad que la entrega pasada y nos hace adentrarnos en un mundo maravilloso del que queremos descubrir aún más.
En resumen, si eres fan de la ciencia ficción, la segunda parte de The OA no te defraudará pues contiene muchos elementos del género, al mismo tiempo que nos entrega una historia refrescante, onírica y, en momentos, descabellada, que impide que nos despeguemos de nuestra pantalla hasta conocer el desenlace.